El Amorebieta vuelve a caer a la última posición del grupo I de Primera RFEF a causa de su clara derrota en la visita a la Real Sociedad B y a la victoria del Sestao River sobre el Arenteiro, por lo que el conjunto azul sigue inmerso en la irregularidad y sin encadenar dos victorias consecutivas. El revés encajado en Zubieta no hace más que delatar la debilidad del colectivo zornotzarra cuando comparece lejos de Zubieta, un mal que puede convertirse en endémico, ya que ni se solucionó en la etapa de Julen Guerrero en el banquillo ni en la actual de Natxo González. La estadística no engaña. El Amorebieta es el peor equipo de los 40 que forman los dos grupos de la categoría como visitante, ya que solo ha sumado tres puntos, en forma de sendas tablas, en sus ocho desplazamientos, un pobrísimo bagaje que le penaliza y que requiere de un remedio fiable para visitas venideras.
Parte de culpa de estos registros tan negativos se detectan en las facilidades defensivas que concede el conjunto vizcaino, que, para más inri, es también el más goleado de los dos grupos, con 29 tantos recibidos, lo que preocupa en clave interna, como así lo subrayó el propio Natxo González respecto al duelo en Zubieta: “El primer gol viene por una falta de concentración que te desequilibra el partido cuando lo tienes más o menos controlado. Son goles que hacen daño por la forma en que se producen”, destacó el gasteiztarra, consciente de que su equipo se la vuelve a jugar en el nuevo derbi vizcaino que le enfrenta el próximo sábado en Urritxe al sorprendente Barakaldo, tercer clasificado.