“Es un paso atrás”. La reflexión es contundente y con pocas palabras se puede decir mucho. Haritz Mujika, técnico del Amorebieta, asume la realidad que supuso la dolorosa derrota que sufrió su equipo el pasado domingo en Lezama a manos del Burgos de Jon Pérez, Bolo, que se llevó el premio gordo sin hacer nada del otro mundo y valerse de un autogol de Félix Garreta. Un revés que complica la situación del conjunto azul, antepenúltimo clasificado de LaLiga Hypermotion, en el inicio de una semana saturada para el colectivo zornotzarra, que mañana mismo afronta su debut en la Copa, más tardío gracias a la conquista del Torneo de Campeones de Primera RFEF, con la complicada comparecencia en el Ciutat de València ante el Levante de Ander Capa y compañía. Mujika dice tener ya puesto el foco en la cita con el conjunto granota, aunque también le toca lamentar el último tropiezo ante el equipo castellano, en lo que es una segunda derrota consecutiva y el segundo partido también sin ver puerta. “Se nos ha ido un partido muy importante… El partido requería desde el principio otra intensidad, otro trabajo, nos ha costado meternos y lo hemos pagado muy caro”, se lamentó el pasaitarra, que argumentó el fiasco en el pésimo primer acto de los azules: “Me duele porque en la primera parte no hemos sabido llegar a lo que teníamos trabajado. Me molesta, pero son situaciones de partido. Las soluciones no han salido bien y el partido ha estado en la primera mitad, con el gol de ellos… La oportunidad de hoy ya no vuelve y es verdad que nos hace daño. Es un paso atrás”.

El Burgos se presentó en Lezama con la vitola del peor equipo de la categoría como visitante, condición que curiosamente se la traspasa al Amorebieta, que solo ha sido capaz de sumar dos puntos de 27 posibles en sus nueve desplazamientos. Mujika insiste en que todavía queda liga suficiente como para sacar la cabeza a flote, pero tiempo no es precisamente lo que tiene el cuerpo técnico y la plantilla, que en seis días tienen que encarar tres encuentros. El primero lo consumó el domingo, mañana miércoles toca la Copa y el sábado, tras su regreso de Valencia, rinde visita al Valladolid, tercer clasificado y aspirante al ascenso, una carga que acepta Mujika, consciente de que es así “porque estamos en Segunda División, con la exigencia que supone, así debemos asumirlo, por lo que no hay otra que levantarse y trabajar”.

Precisamente, la plantilla volvió ayer por la mañana al trabajo pocas horas después de sufrir el batacazo ante el Burgos y hoy completará la última sesión antes de emprender vuelo a Valencia, donde le espera un Levante más descansado, ya que el cuadro granota jugó el sábado en su estadio ante el Valladolid, al que superó por 2-1. Mujika adelantó en su comparecencia del domingo que aplicará un plan radicalmente opuesto al que puso en liza con el equipo castellano, por lo que el once se entenderá como toda una revolución. Se espera la titularidad de Jonmi Magunagoitia, incluso de Xabi Etxeita, ausente en las jornadas precedentes por lesión, Jorge Mier, Iker Seguín, Rayco Rodríguez, Ryan Edwards, Luis Quintero, Javi Eraso, Eneko Jauregi y Marco da Graca, futbolistas que quieren reivindicarse como asegura su entrenador: “Todos van a tener minutos en la Copa. La Copa no estorba, estorba no estar en la Copa. Van a tener minutos todos, es una buena oportunidad para los que no juegan puedan demostrar que quieren jugar. Dar muchos minutos seguidos a este nivel de exigencia a los mismos jugadores sería un error”.

Supondrá también el regreso a casa del guardameta Pedro Campos, que ejerce como cedido por el Levante en el Amorebieta, en el que se hizo con el puesto desde el primer día. Con todo, el meta valenciano asomaría en el Ciutat como suplente.