360 minutos, cuatro partidos consecutivos, sin hacer gol. El dato es demoledor y a la vez relata una sequía extrema que si se traslada, por ejemplo, al sector primario de la economía, requiere de un plan de choque para solucionar un problema que causa efectos muy lesivos. El Sestao River es la víctima en este caso. El conjunto verdinegro no ha arrancado con buen pie ni mucho menos su histórica andadura en Primera RFEF y es el único de los 82 equipos que ejercen en las tres primeras categorías estatales –LaLiga EA Sports, LaLiga Hypermotion y los dos grupos de Primera RFEF– que aún no ha visto puerta. Un mal endémico que ofreció un nuevo episodio el domingo, cuando el colectivo dirigido por Aitor Calle volvió a quedarse sin marcar en Las Llanas en su compromiso ante la Real Sociedad B, en un partido que se cerró con tablas sin goles y en el que el River gozó de ocasiones, sobre todo una clarísima por parte de Aitor Aranzabe, como para haberse estrenado frente al filial realista, que salió indemne. Así las cosas, esta falta de pegada preocupa en el entorno sestaoarra, que confía en corregirla en el nuevo compromiso de este sábado en Las Llanas frente a la Cultural Leonesa de Raúl Llona y de viejos conocidos por estos lares, como el caso del delantero Guillermo Fernández, ex del Athletic entre otros equipos.

El propio Aitor Calle es consciente del déficit que, se quiera o no, sitúa a su equipo como colista del grupo I, lo que empieza a generar una cierta ansiedad en la masa social verdinegra, a la que le cuesta digerir el mal momento por el que atraviesa su equipo después de la colección de alegrías que disfrutó la campaña anterior en Segunda RFEF. Evidentemente, es una categoría de menor exigencia, pero no por ello sirve de excusa para explicar esa pequeña crisis de resultados. “Ha habido cosas positivas, el equipo ha estado en los niveles de intensidad y de ritmo que queremos, sobre todo en la primera parte. La única pega ha sido el gol, no hemos estado acertados, y eso que la primera ocasión ha sido la más clara. Ha habido más situaciones, la de la mano… Hemos estado cerquita del gol, pero no lo ha habido”, reflexionó el preparador bilbaino a la hora de valorar el partido ante el filial realista de su equipo, en el que comparecieron de inicio, una vez recuperados algunos de las molestias que padecían seis de los siete jugadores que se mantienen de la plantilla del ascenso –Markel Etxeberria, Gaizka Martínez, Álvaro Matero, Gorka Garai, Aitor Aranzabe y Leandro Martínez, solo Kepa Uriarte se quedó sin jugar minuto alguno–.

No son, por tanto, buenas las sensaciones que proyecta este Sestao River, que, pese a ello, mantiene parte de la solvencia defensiva de meses atrás, ya que solo ha recibido goles en tantos partidos, con el agravante, eso sí, de los tres encajados en un único encuentro, ante la SD Logroñés en Las Gaunas fruto de una actuación horrorosa del colectivo fabril, que mostró una dañina debilidad en prácticamente todos los matices. La realidad es fría en cuanto a la extrema sequía que padece el conjunto vizcaino, pero, así y todo, Aitor Calle detecta brotes verdes que le hace ser optimista de cara al futuro cercano, sin obviar la necesidad acuciante de hacer gol. “Tenemos que seguir en esta línea en el aspecto defensivo, este camino es el adecuado y que nos puede ayudar, pero debemos mejorar en lo ofensivo”, momento en que el bilbaino profundizó en este matiz. “Para poder ganar no te queda otra que marcar goles, generamos ocasiones, pero no tenemos a nadie que tenga ese puntito de acierto que nos ayude. Son rachas y hay que confiar en que el gol va a llegar”, subrayó, si bien no pudo concreta en cuál puede ser el remedio para encontrar tal maná: “No es tan sencillo. Hemos probado cosas diferentes, hemos vuelto a los dos delanteros, intentamos mover el árbol, pero somos lo que somos; son rachas, dinámicas, y lo preocupante sería que no generáramos ninguna ocasión”.