La noche del jueves la Asamblea de Socios del Barakaldo puso fin a un etapa y abre una nueva. Aprobó por unanimidad las cuentas del club para el presente curso, un presupuesto de 793.000 euros en gastos y de 655.000 euros en ingresos, un déficit ordinario que se verá aliviado por los 50.000 euros de superávit que generó el ejercicio cerrado el pasado 30 de junio, pero, lo más trascendental, dio el último visto bueno a la constitución de la entidad como sociedad anónima, que será realidad en un mes una vez se completen los definitivos trámites burocráticos con la inscripción en el Registro Mercantil de Bizkaia como el momento culminante.

Jesús Mari Isusi, presidente de la Junta Gestora del Barakaldo, analiza en una entrevista concedida a DEIA el largo proceso de transformación que se ha extendido durante más de tres años, reconoce que los nuevos propietarios mayoritarios del club, que ‘nace’ con un capital social de 2,4 millones de euros, le han ofrecido continuar y dice, al respecto, que “la cabeza me pide dejarlo, el corazón, seguir”, rememora los momentos duros en los que temió por la desaparición del Barakaldo a causa de los 1,2 millones de deuda contraída con la Seguridad Social, por lo que menciona incluso el término “milagro”; niega que una sociedad anónima sea opaca, “todo lo contrario, porque estamos controlados en todos los sentidos”; y subraya el compromiso adquirido por el grupo inversor, formado por empresas vascas, para un proyecto a cinco años vista.