Bilbao - Los pitos a Gerard Piqué durante el partido frente a Eslovaquia disputado en el Carlos Tartiere de Oviedo, el pasado sábado, monopolizaron prácticamente la actualidad de la selección española la víspera de enfrentarse a Madedonia.

El seleccionador español Vicente del Bosque desmintió que el amistoso ante Inglaterra del próximo 13 de noviembre no se juegue en el Santiago Bernabéu, sino en el Rico Pérez de Alicante, por miedo a los silbidos a Gerard Piqué, aunque no se tenía constancia del cambio, entre otras cosas porque la Federación Española de Fútbol no lo había anunciado. Además, Del Bosque, molesto con el tema, pidió “que se acabe” cuanto antes. “Que nos demos cuenta de que viene a defender a la selección española, que lleva setenta partidos con la absoluta y unos treinta con las categorías inferiores con un comportamiento siempre bueno”, afirmó, para añadir: “No debemos tener miedo a nada, yo no lo tengo, pero sí me preocupa que se genere una corriente difícil de parar. Vamos a considerar que estamos en un equipo de fútbol”, señaló.

Por su parte Iker Casillas y Sergio Ramos, capitanes de la selección española, defendieron a Gerard Piqué y dejaron claro el compromiso del jugador del Barcelona como principal argumento de defensa.

“Hemos hablado con él”, admitió Casillas en rueda de prensa. “A nadie le gustan los pitos y que a un compañero le silben” y añadió: “Todos queremos lo mejor para la selección. Si Piqué se pone esta camiseta es porque quiere estar con España”.

En la misma línea se expresó Ramos, que admitió que su compañero de selección ha cometido errores en el pasado pero que no deben provocar que sea señalado en cada encuentro. “Todos conocemos a Piqué, no lo vamos a cambiar ahora y no estamos para entrar en valoraciones de si ha estado más o menos acertado en los últimos años, pero aquí somos España y representamos a un país. Los pitos no benefician a nadie”, aseguró.