BILBAO. Xavi abandonó ayer la concentración de la selección española por unas molestias en el sóleo de su pierna derecha y es más que seria duda de cara al partido de ida de la Supercopa ante el Real Madrid, que a su vez está pendiente de cómo evoluciona Sergio Ramos de la lumbalgia que también le ha impedido disputar el amistoso ante Italia. Dudas razonables en plena pretemporada y en una semana donde los encuentros internacionales, que nadie entiende a cuento de qué se cuelan en semejantes fechas, se convierten en una piedra en el zapato. Principalmente, para Guardiola, sabedor de que su tropa llegará al próximo domingo (22.00 horas) menos rodada mientras el grupo de Mourinho lo hará sacando pecho por sus resultados frente a rivales de ínfima entidad y con Benzema como estrella. Eso sí, la presencia de Messi iguala fuerzas.
El argentino se entrenó ayer por vez primera con sus compañeros -al igual que Dani Alves, Mascherano y Alexis Sánchez- y su sola silueta denota que no ha perdido el tiempo este verano sin apenas descanso, sino que se ha ajustado a un minucioso plan de preparación. Tras dar carpetazo a los actos promocionales y la gira sacaperras, el Barça encara una nueva semana pendiente de certificar el fichaje de Cesc ofreciendo unos variables más accesibles al Arsenal y, sobre todo, entregado a su nueva joya, Thiago Alcántara, que a buen seguro será de la partida en el Bernabéu. Sus quiebros, desbordes y golazos han erigido al hijo de Mazinho en un futbolista que puede marcar época, lo que amarga a quienes sueñan ya con el fin de ciclo. Funciona mejor de mediapunta, aunque también ha despuntado como alter ego de Leo. La debacle ante el Chivas ha quedado olvidada y justificada por las elevadas temperaturas y los múltiples cambios que desajustaron un once repleto de juveniles. Además, Villa demuestra estar en forma.
de thiago a benzema El Madrid ha marchado de goleada en goleada, que reportan tanta confianza como, a la postre, no sirven para mucho más. De la voracidad ofensiva blanca ya hubo más de una noticia el pasado curso y tampoco sirvió de mucho, a la espera de qué táctica quiera emplear el luso, aunque difícilmente vuelva a recurrir a Pepe como perro de presa. Sí sobresale la cifra alcanzada por un jugador que parecía estar más fuera que dentro del vestuario, Benzema, que ha anotado ocho dianas, una más que Cristiano. Al francés se le ve tan fino en el área como en la báscula, mientras que a Ronaldo nunca le falta ambición. Asimismo, Coentrao ha asombrado por su gran nivel y polivalencia. Convenció tanto de lateral como de interior. Y tampoco desentonó en el mediocentro, como pareja de Alonso. Con todo, Mou sigue pidiendo que le devuelvan a Adebayor mientras no llegue Neymar, que todo apunta a que lo hará en enero tras el Mundialito. A la sombra del caso Kaká, hay otros dos jugadores de los que no se tienen noticias, algo que no se calificaría de grave de no ser porque se trata de dos de los refuerzos, Sahin y Altintop, bajo la sospecha de que se les contrató arrastrando problemas físicos. Para colmo, Neymar echó un poco de leña al fuego declarando ayer que "el mejor equipo del mundo es el Barcelona". Con las dotes de psicólogo de Guardiola, el madridismo haría bien en callar. Porque el año se le puede hacer, otra vez, muy largo.