El placer de cocinar en casa
DEIA se pone el delantal y se mete entre fogones. Este es el punto de partida de un encuentro con expertos y agentes del sector acerca del futuro de la cocina y de cómo esta forma parte de nuestra cultura e identidad.
"La mayoría de la ciudadanía vasca desea recuperar el gusto por cocinar, entendiéndolo no solo como una necesidad, sino como un acto de amor y un pilar para una vida saludable y la preservación de nuestra rica cultura gastronómica”. Es una reflexión que lanza en voz alta Braulio Gómez, profesor de la Universidad de Deusto y responsable de la iniciativa “Habitantes del futuro”. Una máxima que desde DEIA y en colaboración con BBK Kuna hacemos también nuestra ya que creemos que los futuros más inspiradores se cocinan desde lo más cotidiano.
La alimentación es cultura, salud, sostenibilidad y conexión y por eso ponemos el foco en el movimiento Etxekooking. Este es un programa con el que se busca aglutinar alrededor de la mesa y la cocina todas aquellas iniciativas que ayuden a recuperar el placer de cocinar y redescubrir la alegría de preparar nuestros propios alimentos; así como valorar la cocina casera y entenderla como un acto de amor hacia nosotros mismos y hacia quienes compartimos la mesa.
Pero, Etxekooking es algo más. En su esencia lleva también la necesidad de fortalecer nuestra cultura, ya que nuestras recetas y costumbres culinarias son un tesoro que merece ser compartido y transmitido; además de promover la salud y la sostenibilidad desde la elección de los ingredientes hasta la forma de cocinar.
De todo esto hablaremos el próximo jueves 24 de abril desde las 10.00 horas y en la sede de BBK Kuna con los principales agentes implicados. Así, en el foro “Etxekooking, el futuro de la cocina” contaremos con una mesa redonda en la que se sentarán el ya mencionado Braulio Gómez, profesor de la Universidad de Deusto; Jon Ander Egaña, director de BASQUE FOOD CLÚSTER; Mikel Arrillaga, responsable del Área de Marcas y Mercados de Hazi; Manuel Gómez, miembro de la Fundación Bisubi e Itziar Zubizarreta de Granja Murrieta. Interesantes perfiles a los que escucharemos este jueves 24 bajo la moderación de Jon Gómez.
La cocina, la que se hace en casa
En una era marcada por la rapidez, la conveniencia y la tecnología, muchas personas han dejado de lado la tradición de cocinar en casa y han optado por comidas preparadas, comida a domicilio o alimentos procesados que están listas en menos de un minuto. Sin embargo, en los últimos años, ha surgido un movimiento que rescata las raíces, la cultura y el placer de cocinar en casa: el regreso a la cocina de antes. Esta tendencia refleja no solo una búsqueda de una alimentación más saludable, sino también un deseo de conectar con nuestras raíces, valorar el tiempo en la cocina y recuperar el placer de preparar alimentos con nuestras propias manos.
Toda una verdadera apuesta por esa cocina tradicional, esa que se transmitía de generación en generación y que iba más allá de preparar la comida o la cena. Ese momento es un acto cultural, una expresión de identidad y un medio para fortalecer los lazos familiares. En muchas culturas, la cocina casera era el centro de la vida social y familiar, donde se compartían historias, tradiciones y valores.
Con la modernización y el avance tecnológico, muchas de estas prácticas se vieron desplazadas por la rapidez y la practicidad, pero ahora, en un contexto de mayor conciencia sobre la salud y el bienestar, muchas personas están redescubriendo el valor de la cocina de antes. El valor y el placer de esa cocina que se vuelve a preparar en casa con mimo, detalle y con tiempo.
Precisamente, en respuesta a esta realidad, BBK Kuna ha lanzado “Etxekooking”, el movimiento que busca recuperar el gusto por cocinar en casa. “Queremos que cada cocina sea un lugar donde compartir, aprender y cuidarnos. Cocinar es algo moderno, útil y saludable”, explicó Kristian Prieto, responsable de BBK Kuna.
Historia viva
Otra razón que ha impulsado el regreso a la cocina de antes es la valorización de la cultura y las tradiciones. Cada región, cada país, tiene recetas y técnicas que forman parte de su patrimonio cultural. Recuperar estas recetas no solo es un acto de preservación, sino también una forma de celebrar la diversidad y la identidad propia. Muchas familias están redescubriendo platos antiguos, heredados de abuelos o bisabuelos, que contienen sabores y técnicas que se estaban perdiendo en la modernidad. La cocina tradicional se convierte así en un medio para mantener viva la historia familiar y cultural, transmitiendo conocimientos de generación en generación.
El renacer de la cocina casera también ha tenido un impacto positivo en la economía local y en el medio ambiente. Al preparar alimentos en casa, se puede reducir el consumo de productos envasados y de origen industrial, disminuyendo la huella ecológica. Además, cocinar de esta forma permite aprovechar mejor los ingredientes, reducir el desperdicio alimentario y apoyar a productores locales y pequeños agricultores, quienes ofrecen productos frescos, de temporada y de calidad. Este enfoque sostenible refuerza la idea de que la cocina tradicional es también un compromiso con el planeta.
El regreso a la cocina de antes no implica necesariamente renunciar a la modernidad o a las comodidades actuales. Se trata de encontrar un equilibrio entre tradición y tecnología para facilitar el proceso sin perder la esencia y reflejando esa búsqueda de autenticidad, salud, cultura y bienestar en un mundo cada vez más acelerado y digital.
“La alimentación es un eje por el que respondemos a retos sociales”
Kristian Prieto - Responsable de BBK Kuna
Un estudio de BBK Kuna sobre alimentación indica que el 89% de la ciudadanía apuesta por cocinar en casa en el futuro. Hablamos con Kristian Prieto, responsable de BBK Kuna sobre este regreso a la cocina de antes, al cocinar de nuevo en casa y a esas recetas caseras. Todo esto es la base del movimiento “Etxekooking” que desde la entidad se promulga.
¿Qué sentimos los vascos alrededor de la cocina?
Pasión y responsabilidad. Nos tomamos la cocina muy en serio para, finalmente, disfrutar y hacer disfrutar. Somos rigurosos y meticulosos en las elaboraciones porque consideramos la cocina un arte, pero, a la vez, tenemos la suficiente cintura para convertirlo en una fiesta y disfrute.
¿Con el ritmo de vida que llevamos se ha perdido el valor de la cocina, de la comida casera y de los ingredientes de calidad y de proximidad?
Sí. La encuesta elaborada con motivo de este año de la Alimentación en BBK Kuna nos muestra que una inmensa mayoría de la ciudadanía quiere cocinar, pero no encuentra el momento o los argumentos. Le ven mucho valor al producto local, a cocinar en casa, a llevar una alimentación saludable y, sin embargo, hay algo que les frena. Posiblemente las necesidades del día a día. El ritmo de vida que llevamos es incompatible con comer saludablemente, dormir las horas necesarias, hacer el deporte que debemos hacer… por eso implica mucho esfuerzo por parte de cada uno. Un esfuerzo que optamos por sacrificar por otros momentos como puede ser el ocio con la familia, amistades o el que dedicamos a uno mismo.
¿Cómo ves a los jóvenes en su relación actual con la cocina, la comida, la alimentación?
La relación que tienen con la alimentación generaciones como la Z o los “boomers” o anteriores es distinta en lo que antes se consideraba intocable: la naturaleza del producto que se consume, dónde y cómo se elabora y, por último, para qué se consume. En la búsqueda del producto hoy en día prima lo funcional y la accesibilidad. La cercanía implica a cuántos metros tengo el supermercado más próximo o a cuántos minutos tengo el pedido de comida rápida más próximo. En el consumo se tiende a incorporar una capa social, desde el punto de vista de las redes, que, quizá, otras generaciones no tenían. Gusta compartir lo que se come y gusta caer rendido al “fomo” en relación al movimiento foodie. Todo ello no es necesariamente negativo. Sencillamente las formas de consumo han cambiado y los agentes se están adaptando a la nueva realidad, emergiendo nuevos modelos de negocio.
¿Qué es Etxekooking?
Etxekooking es un movimiento de inspiración. Una llamada a cocinar de nuevo en casa o en el entorno donde queramos, pero cocinando. Utilicemos robots de cocina, air fryers o cualquier instrumento que nos facilite la vida, pero cocinando. Cocinar es el futuro. En lo técnico, se trata de una campaña que desarrollaremos en los próximos meses y que creará espacios donde compartiremos este gusto por cocinar en espacios asociados a la Fundación BBK como puede ser BBK Klima, Santo Tomás o eventos culturales.
La alimentación como eje de desarrollo y de futuro.
El objetivo de BBK Kuna es el de activar futuros inspiradores e impulsar el diseño de ese mejor futuro posible junto con agentes como empresas privadas, entidades del tercer sector, instituciones públicas o el mundo de la academia. La alimentación es un eje a través del cual respondemos a retos sociales como pueden ser la sostenibilidad, la salud o la competitividad. Por ello todo este 2025 estaremos desarrollando proyectos y actividades que aporten un granito de arena en este sentido, sabiendo que no hemos venido a transformar el mundo de la alimentación sino a poner en valor uno de los principales puntos fuertes de BBK Kuna: ser conectores.