“Vamos muy tarde. Tendría que haber acuerdos ya, debería haberlo habido hace ya días. Hemos perdido un tiempo precioso”. La observación de Pablo Echenique revela que, aunque hoy Yolanda Díaz pueda cerrar un pacto con Podemos –a 24 horas de que expire el plazo–, la alianza para confluir en Sumar nacerá ya tocada entre reproches, acusaciones de vetos y recelos difíciles de resolver antes –y después– del 23 de julio. La vicepresidenta segunda del Gobierno se decantó ayer por meterse de lleno en precampaña con una visita a Doñana mientras las negociaciones a la izquierda del PSOE se desarrollan entre tensiones y sobresaltos. El portavoz de campaña de esta nueva formación, Ernest Urtasun, se estrenó echando mano del optimismo y garantizando que no van a aguardar al último minuto para rubricar el consenso, descartando que se hayan puesto nombres sobre la mesa. “Estamos finalizando el acuerdo y los equipos, y saldremos a ganar”, trasladó, admitiendo que aunar a una quincena de marcas progresistas es un “puzle complejo”. Mientras, la secretaria general de los morados, Ione Belarra, evitó echar más leña al fuego de la que ha repartido esta semana su predecesor, Pablo Iglesias. “Queremos cerrar un acuerdo lo antes posible. Podemos ha estado donde ha estado siempre, que es trabajando por la unidad y cuando tengamos novedades os las haremos llegar”, manifestó.

Sumar insiste en que no se está hablando de personas en concreto, refiriéndose a Belarra o Irene Montero, pero desde Podemos denuncian las zancadillas que sufren desde una posición más débil de la que les hubiera gustado teniendo en cuenta los malos resultados cosechados el 28-M. Critican que se les acuse de estar torpedeando el acuerdo cuando apuntan a que son otros partidos, aliados de Díaz, los que están disparando contra los morados. Públicamente, evitan el choque e insisten en que quieren cerrar un acuerdo “lo antes posible”, aunque Echenique vino a dar indirectamente la razón a Iglesias cuando éste aseguró que había vetos procedentes de Más País, Compromís y los comunes: “No importa lo que yo diga, basta mirar lo que han dicho los partidos de Sumar públicamente”, sentenció. Sin ir más lejos, ayer mismo la líder de Más Madrid, Mónica García, también azotó al exvicepresidente del Gobierno por “mentir en esas declaraciones, porque no hemos vetado a nadie. Estamos cosiendo con un hilo fino y no queremos que el hilo se rompa ni dar puntada sin hilo”. Más Madrid decidió dar un “apoyo unánime” a Sumar pero “con matices” como participar en el proceso programático y preservar su marca.

En ese envoltorio, unos y otros trataron de pasar página a la supuesta negociación de una coalición entre ERC y Podemos para el 23-J, tal y como indicaron los comunes y desmintieron los republicanos. Desde el sector de Ada Colau dieron por cerrado “este capítulo desafortunado” sin querer saber ya la veracidad de esas supuestas conversaciones. Incluso la líder de los comunes en el Parlament, Jéssica Albiach, erigió a Montero como un “buen activo político”. “Yo creo que las cosas avanzan, van bien (...) Avanzan a buen ritmo y somos optimistas de poder empezar a dar noticias muy pronto”, enfatizó Urtasun, que comprende el ruido pero trata de alentar “a la gente progresista ofreciéndole la mejor plataforma posible”. De momento, Drago Canarias, el proyecto liderado por el exdiputado de Podemos Alberto Rodríguez, anunció que se adhería a Sumar, compromiso al que se entrega también la ejecutiva de Verdes Equo o el propio Más Madrid, que forma parte de la negociación aparte de Más País e Iñigo Errejón. En cualquier caso, en las mesas negociadoras –las bilaterales y también a varias bandas– se sigue hablando de nombres y puestos en las listas, del reparto de las subvenciones públicas y de la estructura de los grupos parlamentarios del Congreso y del Senado. El equipo de Díaz quiere tener cerrado el acuerdo a más tardar hoy porque hay formaciones cuya militancia debe ratificar el pacto. En el caso de Compromís tiene que votarlo su Consell Nacional y en Podemos sus inscritos, aunque los morados podrían hacerlo a posteriori.

División interna

El contexto es tal que hasta hay giros inesperados en las filas moradas. La que fue candidata a la Comunidad de Madrid, Alejandra Jacinto, ha escrito una carta en la que cree que si su candidatura hubiese concurrido junto a la de Más Madrid “habríamos frenado a la derecha”. Coordinadores autonómicos morados, como la de Extremadura, dieron públicamente su apoyo a una confluencia con Sumar: “Quien no crea en esto, que dé un paso al lado”.