Los llamamientos a la “participación masiva” de la candidata del BNG, Ana Pontón, tuvieron un importante respaldo por parte del electorado gallego, pero los pretendidos aires de cambio no lograron el vuelco. No fue posible “hacer historia para ir construyendo la Galicia del futuro”, si bien los resultados de la formación destrozaron su techo histórico para alcanzar los 25 asientos en el Parlamento de Santiago de Compostela. Más de 460.000 votos –31,5%– no fueron suficientes para hollar la cima de alcanzar la Xunta de Galicia, aunque fuera uniendo fuerzas con las de Sumar y el PSdeG, si bien el BNG vio suficientemente recompensada su labor de oposición.

En todo caso, la valoración que efectuaron desde el BNG desde su cuartel electoral en Santiago de Compostela fue positiva. La campaña que han llevado a cabo ha ido de menos a más, ensanchando su base de votantes gracias a la imagen proyectada por Pontón. Y esa es una circunstancia es a la que se aferran de cara al futuro. Además, pasan de 19 a 25 parlamentarios, seis más que hace cuatro años –más de 145.000 votos, más del doble de los que por su parte han perdido PSdeG, Sumar y Podemos juntos, venciendo además en Vigo–.

Tras agradecer a la militancia y los simpatizantes del BNG por haber protagonizado esta “enorme campaña electoral, un proceso realizado en torno de respeto, en positivo y con espíritu ilusionante”, Pontón aseguró que su formación se ha convertido en “referencia indiscutible” para plantar cara al PP. El BNG “es la esperanza para aquellos que piensan que Galiza se merece más”, prosiguió, para a continuación reconocer que los resultados “no han sido suficientes para abrir un nuevo tiempo”.

“Decepción” que comparte con los seguidores del BNG por no haber podido protagonizar el vuelco electoral en Galicia, Pontón también quiso finalizar su valoración lanzando un mensaje claro a sus seguidores. “Este resultado nos indica que nuestro país, Galiza, ha cambiado. Y ya no hay marcha atrás”, tal y como proclamó. “Ahora tenemos más fuerza, una organización más fuerte para dar la cara. Galiza ya ha cambiado, nunca nada volverá a ser igual”. concluyó.