El sudafricano Brent Hoberman, fundador de lastminute.com, un sitio web que nació a finales del siglo XX y se convirtió en un icono de la sociedad viajera con la finalidad de proporcionar las mejores ofertas de hoteles de último minuto, ya lo veía claro entonces: "Los años de Internet pueden equipararse, grosso modo, a la edad de los perros»", dijo. Y es que por cada 365 días que pasan en el entorno digital, nacen y evolucionan tantas nuevas ideas, tantos proyectos y navegaciones en pos del porvenir que se diría que uno equivale siete, la misma aritmética que rigen entre los años humanos y los caninos. Brent, ya ven, tenía el todopoderoso don de la clarividencia.

No se me escandalicen, por tanto, si les hablo del poder y el encanto de una vida perra. Lo hago como preámbulo de la historia que hoy vengo a contarles. Sucedió en el salón Arriaga del Bizkaia Aretoa UPV/EHU, con capacidad para 63 personas y un aforo actual de treinta al regirse por las leyes restrictivas que ha impuesto la pandemia. Era una cita habitual, el Encuentro DEIA-Telefónica donde la digitalización acostumbra a mirarse desde diversos prismas y a traves de voces autorizadas en la materia.

Como mandan los cánones, sus propietarios se sentaron en una media luna de butacas en forma de "u", con el metro y medio de separación correspondiente. En esos menesteres se ocupaba la organización antes de que sonase el pistoletazo de salida con puntualidad olímpica: las nueve y media de la mañana. No por nada, el Encuentro DEIA-Telefónica que ya atesora una vida se retransmitió por streaming en riguroso directo a través del canal DEIA de youtube. Era lo lógico habida cuenta las ausencia y el tema a tratar. No por nada la cita llevaba por título Euskadi: Necesidad/urgencia de la digitalización como motor de crecimiento económico en tiempos actuales. Toda una dicotomía.

Voces y altavoces

Voces y altavoces

Así las cosas, diremos que tomaron la palabra voces autorizadas y su mensaje halló difusión en un altavoz de peso. El director de DEIA, Iñaki González, llevó las riendas del Encuentro. De aquí para allá, repartiendo turnos y preguntas y sacando punta a las ideas, como es menester en un periodista, preguntándoles, de saque, cómo habían aplicado la digitalización en casa propia. Le escucharon con atención Javier Benito, director de Telefónica Euskadi; Alex Etxeberria, director general de la Sociedad Informática del Gobierno vasco, EJIE; Jesús Castillero, director de Organización y Sistemas de Erhardt; Leire Bilbao, directora general de la Agencia Vasca de Innovación, Innobasque; y, Enrique Monzonis, director de Transformación Digital e Innovación de Eroski, todo un repóker de voces autorizadas que intercambiaron conocimientos en torno al potencial de la digitaliación como combustible de avance en estos tiempos.

Algunas gafas se empañaban por efecto de las mascarillas y el discurso pero los ponentes lo viero claro. La digitalización de una Euskadi a la vanguardia facilitó la supervivencia en los primeros meses de un año aciago como el presente. Era el confimiento que gastaba un año más de vida del perro. Que lo aceleraba todo. Se acercó a informarse en la cita el director general de Editorial Iparraguirre, Javier Andrés y era digno de ver cómo el director de Desarrollo de DEIA, Kike Hermosilla seguía la charla en carne y hueso y a través del móvil. También se acercaron a vivirlo en persona Kirru Artea y Ana Flórez en nombre de Telefónica y Ana Larizgoitia, emisaria de Innobasque. Héctor Hernando, de Bizkaia Aretoa, pasó a comprobar que el asunto fluía y desde un sinfín de pantallas de Bizkaia se conectaban en directo hombres y mujeres interesados en conocer el porvenir. DEIA se lo facilitó.