Petronor ha recibido 739.698 euros de fondos europeos a dos proyectos en la refinería de Muskiz que tienen como objetivo mejorar la eficiencia energética de la planta y que supondrán una inversión total de 2,7 millones, según informó ayer la compañía vizcaina en un comunicado.

Se trata de una ayuda de la Unión Europea con cargo al Fondo NextGenerationEU en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Un vehículo que, entre otras cuestiones, está completando las actuaciones previstas por las empresas en materia de descarbonización de la economía, uno de los principales retos que afronta el viejo continente la próxima década.

En el marco de Actuaciones de Eficiencia Energética en pymes y Grandes Empresas del Sector Industrial, Petronor destinará los fondos a los proyectos para sustituir la turbina HD3-C-1 y un proyecto para la recuperación del calor en HD3.

En el caso de la primera iniciativa, la ayuda concedida es de 550.550 euros sobre una inversión total que supera los dos millones de euros. Con esta sustitución, la planta de Musiz reducirá las emisiones de CO2 en 11.758,83 toneladas anuales.

La segunda contribuirá a emitir otras 2.838 toneladas de CO2 menos al año, con una inversión que asciende a 630.661 euros. En este caso, desde Bruselas llegarán 189.198 euros.

Las dos iniciativas absorben una inversión global de 2,7 millones de euros y la compañía ha obtenido una ayuda total de 739.698 euros, lo que posibilitará una reducción de emisiones de CO2 de 14.597,30 toneladas al año.

Estos dos proyectos estarán dentro del programa de incentivos ligados al autoconsumo y almacenamiento, con fuentes de energía renovable, así como con la implantación de sistemas térmicos renovables del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, gestionado por el Ente Vasco de la Energía (EVE).

Apuesta por la energía verde

En el ámbito de la descarbonización también destaca la apuesta de Petronor por el hidrógeno verde, que incluye la construcción de un gran electrolizador de 100 MW en Muskiz en el horizonte de 2028, con una inversión de 260 millones de euros, y de un hidroducto de 70 kilómetros para suministrar hidrógeno a la industria y descarbonizar sus procesos desde el Puerto de Bilbao hasta el parque tecnológico de Abanto-Zierbena.

Además, ya han puesto en marcha un primer electrolizador piloto de 2,5 MW y están desarrollando combustibles sintéticos utilizando hidrógeno renovable.

Se trata de actuaciones ligadas al cambio de paradigma de la economía y la sociedad en general, pero que también se alinean con los ambiciosos objetivos de la Comisión Europea: reducir a la mitad las emisiones de CO2 para el año 2030 y alcanzar la neutralidad, lo que supone cero emisiones, en el horizonte de 2050. Ello requiere de actuaciones continuas por parte de la industria y en especial de las industrias energéticas que usan carburantes fósiles.