Los datos de empleo de julio no arrojan muchas sorpresas. Como viene siendo habitual en el séptimo mes del año, son cifras negativas si se comparan con las de junio, pero positivas en su evolución anual, siguiendo la tendencia de mejora del mercado laboral que se registra desde hace diez meses, tras el bajón que sufrió en verano de 2024 –entre julio y agosto se perdieron 22.700 empleos–. Los datos globales indican que este julio había 104.991 personas en paro, 1.600 más que el mes anterior, pero 3.074 menos que en el mismo periodo del año anterior. En cuanto a la afiliación a la Seguridad Social, julio perdió 5.846 cotizantes en un mes, pero ganó 10.661 en la comparativa anual.
De esta forma, Euskadi sigue por encima del millones de cotizantes, en concreto, 1,023 millones. Una barrera que superó por primera vez en mayo de 2023 y que recuperó en septiembre del año pasado, con la vuelta al cole. Desde entonces no ha vuelto a descender de esa cifra. Eso sí, se evidencia una ralentización en la creación de empleo, que responde a que cada vez resulta más complicado hacerlo tras cuatro año, desde la pandemia, de gran crecimiento. A esa circunstancia se suma, ahora, la incertidumbre e inestabilidad mundial que planea como una amenaza sobre varios sectores.
Datos negativos
La nota negativa en ambos casos (paro y afiliación) viene de la hostelería y de la educación, y responde a una situación estacional y coyuntural. Principalmente, por el fin del curso escolar, como ocurrió el año pasado. Y es que, en este sector, el paro creció en 905 personas respecto a junio y se destruyeron 5.907 empleos. En su valoración de los datos, la directora de Empleo, Arantza Martínez, destacó que “el incremento del número de personas con contrato con fijo discontinuo, que crece un 25%, y la circunstancia habitual por estas fechas del sector de la educación explican, en parte, el ligero repunte del paro respecto a junio”.
Sobre la hostelería aseguró que se ha producido un cambio de tendencia y que el tradicional incremento de la contratación este año se ha adelantado a junio. Y es que este sector perdió en julio 3.872 empleos respecto al mes anterior. Estos descensos se vieron amortiguados por el aumento en la contratación en Sanidad y en el Comercio, especialmente. Así, por sectores, la industria manufacturera ocupaba en el mes de julio a 176.180 personas (400 más que en junio), el comercio a 137.140 personas (+1.350); otras 120.542 se empleban en actividades sanitarias y de servicios sociales (+2.909), 78.191 en educación (-5.907) y 68.212 en hostelería (-3.872).
Por territorios, en comparación con el mes de junio, se registró un descenso en Araba y Bizkaia, de 1.474 y 4.550 afiliados respectivamente, mientras que en Gipuzkoa hubo un ligero aumento de 177. En términos interanuales hubo aumentos en los tres territorios, de 6.175 trabajadores en Bizkaia, 2.695 en Gipuzkoa y 1.791 en Araba.
Datos positivos
“En términos interanuales, que son los que registran las tendencias, la evolución continúa siendo claramente positiva por décimo mes consecutivo”, señaló Martínez. Esta evolución positiva supone más de 10.600 empleos creados en un año y cifras positivas tanto en educación, sanidad y hostelería como en construcción. Por contra, la industria manufacturera registra un leve descenso de afiliados respecto a julio de 2024 (-26).
Y es en este sector en el que se detuvo LAB en su valoración de los datos, que destacó también el aumentó del desempleo en la industria respecto a ’junio (+201), aunque este haya sido menor que en educación y hostelería. “La situación sigue siendo inestable, y por ello se considera necesario un plan industrial que tenga en cuenta una transición ecosocial y que garantice la protección de las personas trabajadoras”, advirtió.
En este sentido, UGT Euskadi pidió “precaución respecto al impacto sostenido de la política arancelaria”, cuyas consecuencias en el empleo podría arrojar datos más negativos en los próximos meses. Es por ello que instó a las instituciones vascas “a adelantarse a las posibles consecuencias” del acuerdo arancelario de la Unión Europea y Estados Unidos, que supone la imposición de un arancel general del 15% a todas las exportaciones europeas hacia el país norteamericano, que en el caso de la siderurgia se eleva al 50%. Todo un jarro de agua fría para algunos sectores estratégicos vascos, entre ellos la industria.
UGT Euskadi analizó con cautela la tendencia positiva en el cómputo anual, que “es una constante desde la aprobación de la reforma laboral de 2021” pero que no ha sido “suficiente para superar algunos problemas estructurales del mercado laboral vasco”, como que haya más paro entre las mujeres y la juventud, y “la estacionalidad” en educación”, cuyos empleos decaen por miles en verano, más de 5.000 este año, una tendencia que se repite en los últimos años.
Para LAB, también es necesario seguir observando la calidad del empleo y, según reclamó, “se hace evidente la necesidad de un salario mínimo propio que permita hacer frente a la precariedad, garantizar un reparto más justo de la riqueza y reducir las brechas entre personas trabajadoras”. Y es que, según el sindicato, la mejora en las cifras globales no se ha traducido en una mejora de las condiciones laborales ya que, a lo largo del último año, “la calidad del empleo ha empeorado y la precariedad ha aumentado”.
Contratación
En materia de contratación, el dinamismo sigue al alza en julio con un aumento del 4,9% con respecto al mes pasado y del 16,3% interanual, ya que se formalizaron 78.743 contratos. La contratación indefinida representó el 23,2% del total, consolidando una cifra por encima del 20% que se mantiene estable desde la reforma laboral. La proporción de contratos indefinidos ha aumentado en 2 puntos porcentuales en comparación al mes de junio, lo que supone una ruptura con las tendencias anteriores, y en 2,2 puntos porcentuales respecto a julio de 2024.
El 48,8% de las personas contratadas en julio tienen menos de 30 años, la mitad de ellas mujeres, lo que supone un cambio en la tendencia observada hasta la fecha, según el Gobierno vasco.