El comité de empresa de la planta de Mercedes-Benz de Gasteiz decidirá finalmente hoy martes, tras reunirse con la dirección de la fábrica, si se adhiere de forma unitaria a las convocatorias de huelga de los sindicatos ELA, LAB y ESK para el jueves y el viernes, que se añadirían a la huelga programada para mañana miércoles, que ya cuenta con el aval de todo el comité.

El órgano de representación de la plantilla de la factoría de Mercedes-Benz (integrado por ELA, LAB, ESK, CCOO, UGT, Ekintza y PIM) tenía previsto decidir ayer lunes si respaldaba la convocatoria de paros realizada por ELA, LAB, ESK para el este jueves y el viernes. No obstante, y según informó el portavoz de CCOO en el comité, Roberto Pastor, la decisión se aplazó con el fin de conocer qué es lo que les plantea la dirección en la reunión que mantendrán hoy martes ambas partes.

Además, el portavoz de CCOO mostró su esperanza de que, “al igual que se ha avanzado” en algunos aspectos, los responsables de la planta alavesa estén dispuestos a dar “un salto” en cuestiones como las referidas a la flexibilidad, que permitan que la plantilla los considere “suficientes”.

Por su parte, el presidente del comité de empresa, Igor Guevara, confirmó que en la reunión de ayer lunes ELA, LAB y ESK se reafirmaron en ampliar en dos días más la huelga prevista para mañana y secundar también los paros de los días 7 y 8, mientras que UGT y CCOO han preferido esperar. La huelga unitaria de mañana está convocada para el mismo día del viaje del lehendakari, Iñigo Urkullu, a Stuttgart (Alemania) para reunirse con directivos de Mercedes Benz con el fin de analizar los proyectos que tiene para Gasteiz.

La dirección de Mercedes vincula la firma del nuevo convenio con la posibilidad de hacer una inversión en la planta de Gasteiz de 1.200 millones de euros que posibilitaría la modernización de las instalaciones y duplicaría su capacidad de producción, una inversión que desde el Gobierno vasco y el resto de instituciones ven como “estratégica” para el conjunto de Euskadi.

Movilizaciones

Precisamente, los sindicatos de Mercedes-Benz han reactivado sus movilizaciones tras conocerse que la empresa pretende condicionar una inversión de más de 1.200 millones de euros en la planta a que la plantilla acepte un incremento de su flexibilidad laboral. Asimismo, desde algunas de las organizaciones sindicales representadas en el comité se ha alertado de que los responsables de la multinacional también pretenden condicionar esta inversión a una rebaja en los salarios de los empleados.

Así, los sindicatos han celebrado ya tres jornadas de huelga en junio en protesta por la pretensión de la dirección de aumentar en el nuevo convenio la flexibilidad con la implantación de una sexta noche de trabajo. Esas tres huelgas han tenido seguimientos masivos y han parado la producción de la planta alavesa, la mayor de Euskadi con casi 5.000 puestos de trabajo directos y otros 30.000 indirectos.

Durante todo este tiempo, numerosos representantes institucionales, incluido el lehendakari, Iñigo Urkullu, han manifestado su preocupación por la conflictividad laboral en la planta y han abogado por que las partes retomaran las negociaciones y buscaran un acuerdo.

Finalmente, el pasado viernes se produjo el anuncio de la dirección de la empresa de retomar la negociación y los sindicatos confían en que la dirección acepte algunos de los planteamientos de los trabajadores tras comprobar la “contundencia” de las huelgas convocadas hasta ahora por primera vez en 20 años.