La situación requiere una acción climática global a un ritmo sin precedentes, muestra de ello son el Protocolo de Kyoto de 1990, los acuerdos de Paris 2015 o muy recientemente la Ley Española de Cambio Climático aprobada en las Cortes el pasado 13 de mayo y el Plan Nacional de Energía y Clima que acompaña a dicha Ley.

Frente a esta gran exigencia inaplazable, no solo la Administración, sino también y de manera clave, las empresas tienen un papel fundamental en el impulso de la descarbonización. Este es un reto que presenta un complejo mosaico de oportunidades donde solo las organizaciones que sepan aprovecharlas saldrán más preparadas para liderar hacia la transición energética baja en carbono.

En la frontera de la post pandemia que vivimos, esta oportunidad es imparable como demuestra el hecho de que grandes corporaciones de todos los sectores estén desarrollando activamente planes de descarbonización para sus instalaciones de producción y centros de trabajo, dando forma a un panorama energético con varias tendencias claras.

En gran medida, esta actitud proactiva de resiliencia y lucha contra el cambio climático es fruto de la transparencia y el gobierno responsable en aras de la sostenibilidad. Las empresas se enfrentan a directrices más claras, pero más estrictas, que definen la acción "sostenible" y los datos ESG ("Environmental Sustainibility Goals" definidos por Naciones Unidas como verdaderos indicadores de la transformación) se están adoptando como un factor empresarial clave para permitir a las empresas acceder a la financiación con mayor rapidez y mostrar solidez y músculo de negocio. Y, así, en la medida que las corporaciones anuncian nuevos planes ambiciosos, todos sus reclamos climáticos son inspeccionados cuidadosamente por los accionistas, las administraciones públicas, los clientes y a través de la prensa, la sociedad en general.

Sin embargo, y aun teniendo en marcha todo un proceso de validación y apropiación de los objetivos y compromisos ESG por parte de los equipos de estrategia, medio ambiente o de RSC y trasladados a todos los niveles, suele surgir una pregunta clave: "Y ahora, ¿cómo alcanzo estos objetivos?". Cómo lograrlos de manera eficiente y efectiva, es lo que se cuestionan muchos ejecutivos a cargo de operaciones de negocio o de gestión de plantas industriales.

Hacia la descarbonización

La pregunta es importante y exige una respuesta profunda y concreta. Este es el momento en el que una empresa como ENGIE actúa al tener respuestas y soluciones que capitalizan al máximo su misión: ser un desarrollador tecnológico que es capaz de asesorar a sus clientes en su viaje hacia la descarbonización y por extensión hacia la sostenibilidad.

ENGIE afronta el reto de la descarbonización con modelos de negocio innovadores e integrando su conocimiento de la energía en toda la cadena de valor. ENGIE ofrece una solución tecnológica integral (desde el diseño hasta la operación) que ayuda a sus clientes a reducir sus emisiones de CO2 y a cumplir con sus compromisos de sostenibilidad, considerando el impacto ambiental de la energía, los costes financieros y las cuestiones sociales.

En los últimos años, ENGIE en España ha aumentado en gran medida sus contratos basados en activos que mejoran la eficiencia energética en sus clientes; ha creado el Centro de Gestión Energética que, en remoto y a través de medios digitales, controla la energía de sus clientes. Así, se han desarrollado proyectos de este tipo en más de 200 instalaciones dando soporte al cumplimiento del RD 56/2016.

A través de una visión más integral y holística de la realidad de los clientes, ENGIE analiza en profundidad datos técnicos con el fin de establecer objetivos alcanzables que permitan desarrollar el mix de tecnologías sobre el que recaerá la descarbonización de la instalación en cuestión.

Soluciones innovadoras

La compañía valora y propone diferentes soluciones con las tecnologías más interesantes e innovadoras a implantar, de acuerdo con las necesidades y la realidad del cliente, así como la realidad del mercado. De esta manera y siempre de acuerdo con la línea estratégica de la compañía, orientar las inversiones en los activos necesarios, en los que ENGIE también participa si fuera el caso.

Una de las herramientas clave en el proceso es Prosumer, un software especializado desarrollado por el Grupo ENGIE, cuya finalidad es la optimización de escenarios de descarbonización y, que permite obtener la solución óptima para la transición energética que puede combinar muchos vectores: sustitución de equipos suministradores de energía, cambio de hábitos de consumo de la empresa y de cada trabajador, revisión de los consumos energéticos y certificación verde para esos suministros, etc.

ENGIE ha apostado firmemente por la mejora de la eficiencia energética, las energías renovables y la descarbonización de sus clientes, añadiendo valor en el diseño, la construcción, la financiación, la operación y el mantenimiento de los activos necesarios para alcanzar los objetivos marcados. La experiencia global en este tipo de proyectos de reducción de consumos y generación renovable, además del conocimiento del mercado energético, son un factor clave para asegurar el éxito en la consecución de los objetivos marcados en el Plan de Descarbonización. De esta manera ENGIE hace realidad su razón de ser: acelerar la transición hacia sociedades más neutras en carbono, hacia modelos económicos más respetuosos con las personas y con el planeta.