Con la llegada del frío, la calefacción se convierte en uno de los principales gastos en los hogares.

Encender los radiadores durante varias horas al día puede disparar la factura de la luz o del gas.

Sin embargo, existen pequeños gestos que pueden marcar la diferencia sin necesidad de cambiar el sistema de calefacción ni realizar reformas.

María Fernández, experta en limpieza y conocida por sus trucos para el hogar, ha compartido tres consejos sencillos y eficaces para ahorrar en calefacción y optimizar el calor en casa. Son soluciones económicas, fáciles de aplicar y al alcance de cualquier vivienda.

Láminas reflectantes

El primer truco que propone Fernández consiste en colocar láminas reflectantes detrás de los radiadores.

Se trata de un material aislante, fácil de encontrar en tiendas especializadas, que se coloca entre el radiador y la pared. Su función es evitar que el calor se pierda hacia el muro, especialmente en paredes exteriores.

Estas láminas reflejan el calor hacia el interior de la estancia, lo que permite aprovechar mejor la energía generada por el radiador.

Además, quedan completamente ocultas una vez instaladas, por lo que no afectan a la estética de la habitación ni requieren ningún tipo de obra. Es una inversión mínima que se traduce en un ahorro muy considerable.

Una mujer repasa un documento cerca de un radiador Freepik

Purgar los radiadores

El mantenimiento es un aspecto clave que muchas veces se pasa por alto. Si un radiador está frío en la parte superior y caliente en la inferior, lo más probable es que tenga aire acumulado en su interior. Esto impide que el agua caliente circule correctamente y reduce su eficacia.

Purgar los radiadores es una tarea sencilla que se puede hacer en pocos minutos con una llave específica o un destornillador, dependiendo del modelo.

Al eliminar el aire, el radiador vuelve a calentarse de forma uniforme y necesita menos tiempo para alcanzar la temperatura deseada, lo que se traduce en un menor consumo energético.

La importancia de la limpieza

El tercer truco tiene que ver con la limpieza, un factor que suele subestimarse cuando se habla de calefacción. María Fernández recomienda limpiar el polvo acumulado en los radiadores, ya que actúa como una barrera que dificulta la correcta emisión del calor.

El polvo se acumula especialmente en la parte trasera y en el interior de los radiadores, zonas que no siempre se limpian con frecuencia. Mantenerlos libres de suciedad permite que el calor se distribuya mejor por la estancia y mejora la eficiencia del sistema. Además, contribuye a un ambiente más saludable, especialmente en hogares con personas alérgicas.

Más ahorro y confort

En conjunto, estos tres trucos demuestran que ahorrar en la factura de la luz no siempre requiere grandes cambios. Con pequeños ajustes, un mantenimiento básico y algo de atención a los detalles, es posible mejorar el rendimiento de la calefacción y pasar el invierno con mayor confort y menor gasto.