La compañía de motores y componentes aeronáuticos ITP Aero perdió 13 millones en 2020 debido al coronavirus, las primeras pérdidas de su historia, frente a los beneficios de 95 millones que tuvo en 2019.

El consejero delegado de ITP Aero, propiedad de Rolls Royce, Carlos Alzola, ha presentado a la prensa los resultados de la compañía en 2020. Alzola ha confirmado además que van a plantear un ERTE (expediente temporal) en PBC, la planta vizcaina donde acaba de haber 83 despidos.

La compañía facturó 735 millones de euros, lo que supone un descenso del 25 % respecto al ejercicio anterior, y logró un EBIT de 2 millones, frente a los 105 millones del año anterior.

Este resultado incluye efectos excepcionales como el ajuste de plantilla y el deterioro de activos relacionados con programas civiles. Sin contar estos efectos extraordinarios, el beneficio recurrente después de impuestos fue de 25 millones.

El descenso ha afectado especialmente al negocio de aviación comercial, que en 2020 representa el 71 % del total, reflejando un menor volumen de motores en los programas de aviación.

El negocio de Defensa, que incluye los servicios de mantenimiento de motores, y que ahora representa el 29 % del negocio total, se ha mantenido estable gracias al rendimiento del motor EJ200 que equipa al Eurofighter, mientras que los servicios de mantenimiento han disminuido.

Como respuesta al impacto de la pandemia, ITP lanzó en julio el plan de recuperación CORE 21, basado en la digitalización y en el ajuste de la empresa a un mercado más reducido, lo que ha implicado un ajuste de plantilla de alrededor del 15 % a nivel global, combinado con ajustes temporales de empleo cuando es posible.

A 31 de diciembre de 2020, la plantilla de ITP Aero era de 3.559 empleados, lo que suponía entonces una disminución del 11 %. A estas alturas de 2021 "el ajuste (del 15 %) está completado -los 83 despidos en PCB de Barakaldo y Sestao, fueron en febrero de este año- y no esperamos tener que realizar más este año. En el 2022, no tengo una bola de cristal", ha detallado Alzola.

Uno de los principales conflictos laborales actuales se da en esta planta vizcaina de PCB, donde tras los 83 despidos se ha planteado además un ERTE.

Alzola ha comentado que la empresa está utilizando todas las medidas temporales que puede en casi todas las plantas, incluida Zamudio (la sede principal), y ahora ha abierto un periodo de consultas en PCB porque necesita hacer un ERTE, "porque de hecho el ERE fue por una cantidad inferior a la caída de carga de trabajo en PCB, que es muy importante y ronda el 50 por ciento".

Sobre los resultados de 2020, Alzola ha comentado que la pandemia "ha provocado la peor crisis de la historia de la aviación, que parece una frase hecha pero no lo es, y nos ha impactado de forma significativa. La ágil respuesta a través de nuestro Plan CORE 21 nos ha ayudado a superar los retos y está apoyando nuestra recuperación".

Para este año, Alzola ha señalado que "aunque la incertidumbre sigue siendo alta y la recuperación del mercado dependerá de la evolución de la Covid-19", la empresa espera unos resultados "en línea con los de este año, con una ligera reducción del volumen de ventas y una estabilización en los beneficios recurrentes"

Pero la recuperación de los principales programas en los que participan a los volúmenes de 2019 "no se espera hasta 2024-25".

Alzola no ha querido extenderse sobre el accionariado de la compañía, ante las informaciones sobre la intención del propietario Rolls-Royce de ponerla a la venta: "Puedo decir muy poquito. Es verdad que existe un proceso de considerar la entrada de un nuevo accionista en ITP y Rolls está hablando con diferentes partes y tiene también un diálogo fluido con los gobiernos", ha manifestado.

"Nuestra relación con Rolls es muy buena y va seguir siéndolo con independencia de la entrada de un nuevo accionista", ha agregado Alzola.

Sobre este posible nuevo accionista, el consejero delegado ha dicho que "tiene que ser una compañía que siga apoyando el desarrollo de la compañía".