El próximo lunes ha fijado Tubacex la cita con la representación de las plantillas de Tubacex Tubos Inoxidables (Amurrio) y Aceralava (Laudio) para comenzar la negociación de un Expediente de Regulación de Empleo de extinción (ERE), así como de un expediente en su modalidad de suspensión, sin especificar el número concreto de afectados.

La comunicación por carta de la empresa del inicio de este proceso se hizo efectiva el lunes, materializando el anuncio que ya hizo la compañía en julio de su intención de abordar un ajuste de plantilla en el grupo del 20%, lo que supone en el caso de las plantas alavesas un impacto de 150 despidos. A finales del pasado diciembre, la empresa ya comunicó a diferentes instituciones vascas su intención de aplicar las medidas de ajuste necesarias para salvaguardar el futuro de sus plantas alavesas, que cuentan con una plantilla de 800 trabajadores. En una carta remitida a representantes institucionales vascos, justificaba la necesidad de adoptar medidas ante una situación de pérdidas "insostenibles", que cifraba en 18 millones de euros en el ejercicio 2020.

Según explicaba entonces la compañía, la irrupción del covid-19 en el negocio, y ha conllevado la paralización de los proyectos de inversión de sus clientes, con la consiguiente cancelación de pedidos "en el corto y medio plazo". A ello, añadía la empresa, "la aceleración de un proceso de descarbonización e impulso decidido de las energías limpias, que ha agravado significativamente" las previsiones económicas de la compañía puesto que "buena parte de su actividad" depende todavía del sector de petróleo y gas. "Con todo ello, afrontamos una crisis de carácter estructural y sin precedentes".

La compañía insistía entonces en que el grupo había invertido en estas plantas alavesas más de 110 millones de euros destinados a la mejora de instalaciones y automotización de procesos "con el objetivo de sentar las bases de un modelo que fuera competitivo" y acompañar la "estrategia de crecimiento y diversificación". "Nuestro objetivo ha sido siempre preparar estas plantas de mayor coste para la fabricación de los productos de mayor valor añadido del grupo", aseguraba. Sin embargo, también recordaba que TTI presentó pérdidas de 12 millones en 2019, y la previsión era que, junto con Aceralava, superaran los 18 millones en 2020 "por la drástica caída de los pedidos".

Ya en julio, Tubacex había comunicado "la necesidad de reducir globalmente un 20% el coste de personal", equivalente a 500 puestos de trabajo en el conjunto de la compañía. El impacto de la decisión conllevaba una reducción de 150 empleos en las plantas alavesas.

Ese "carácter estructural" de la crisis que afecta a la empresa siempre ha sido negado por la representación de la plantilla. De hecho, el comité de las plantas de TTI y Aceralava respondió al día siguiente a la mencionada misiva acusando a la compañía de vender a las instituciones vascas un "relato parcial" de las circunstancias, cuando "los datos muestran que no hay un empeoramiento de la situación". Así, subrayaron que con la plantilla inmersa entonces en un segundo ERTE de tres meses de duración, y tras anunciar la dirección que se iba a trabajar durante ese periodo "un máximo de un 20%, la realidad era que se estaba trabajando un porcentaje superior al ERTE".

PLANTILLA800

Cerca de 800 trabajadores componen la plantilla de Tubacex Tubos Inoxidables y Aceralava. La compañía no ha concretado el número de despidos y emplaza a los comités de empresa a iniciar la negociación el próximo lunes.

Rechazo sindical. Mediante un comunicado, ELA mostró ayer su total oposición al ERE anunciado por la dirección de Tubacex y añadió que "el ajuste de empleo ya se ha realizado", subrayando que en las plantas alavesas "existen 150 empleos menos que hace un año, tras desprenderse la compañía de los eventuales". "A esto hay que añadir la destrucción de empleo que ha sucedido en 2020 en las subcontratas, donde también se ha producido una pérdida importante de empleo", concluyó.