Hace 16 años un grupo de investigadoresde la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) aunaron esfuerzos y optaron por arriesgarse y formar su propia empresa. Fruto de aquella decisión crearon Histocell, empresa biotecnológica con sede en el Parque Tecnológico de Bizkaia, especializada en ingeniería de tejidos humanos y terapia celular; su actividad se ubica en la intersección de estas dos tecnologías y colabora con IK4-Tekniker en algunos proyectos. Dos años después de su nacimiento, conscientes de la necesidad de refuerzo en la gestión y desarrollo del negocio, se englobaron en el Grupo NorayBio.

hitos empresariales

A lo largo de estos años Histocell ha logrado hitos relevantes para un futuro prometedor en un área empresarial de investigación y aplicación tecnológica en auge. "Se ha convertido en la segunda empresa privada del Estado con una sala blanca acreditada por la Agencia Española del Medicamento para fabricar fármacos de uso humano basados en células madre".

Esta pequeña empresa biotecnológica vasca ha desarrollado productos en el ámbito de la medicina regenerativa, "siempre guiados por dos grandes principios: su aplicación en el mercado global internacional y su innovación, acreditada por su protección bajo patentes internacionales que le garantizan su aplicación industrial".

Sus productos estrella son los medicamentos de terapia celular, a base de células madre mesenquiales adultas obtenidos de tejido adiposo, que tienen una regulación más compleja, pero que desde el punto de vista empresarial financiero permiten producir después fármacos con mayor valor añadido. "En esta línea contamos con dos productos celulares para tres indicaciones terapéuticas: para regeneración de defectos críticos de hueso, desarrollado en colaboración con la farmacéutica Salvat y que ya ha superado las pruebas de fase II con buenos datos en eficacia y seguridad; otro tratamiento para la lesión medular aguda, desarrollado por la compañía Ferrer, finalizado el ensayo clínico de fase I y demostrada la seguridad del medicamento, en la actualidad se está llevando a cabo el ensayo clínico en fase II en ocho hospitales del Estado; un tercer fármaco, iniciado en mayo en colaboración con BioCruces, va dirigido al tratamiento del daño pulmonar agudo, y puede ser de gran utilidad para reducir los daños ocasionados en el tejido pulmonar, por ejemplo por la covid-19", explica a DEIA Begoña Castro, la directora científica de Histocell, empresa que cuenta con 25 trabajadores y que dispone actualmente de una amplia cartera de clientes, desde centros hospitalarios hasta reconocidas empresas de cosmética que utilizan sus preparados moleculares, como los de la línea Reoxcare, para tratar úlceras y heridas, y de la línea Histoessence, utilizados para cuidar la piel y el cabello.

con biocruces

La compañía vasca ha saltado a la noticia precisamente por disponer en su arsenal terapéutico del citado programa alogénico para el tratamiento pulmonar agudo. "Histocell cuenta con un ensayo clínico fase I/II aprobado por la Agencia Española del Medicamento puesto en marcha a primeros de mayo en colaboración con BioCruces del hospital de Cruces, con el objetivo de ayudar a los pacientes a superar la situación de SDRA causada por la covid-19, porque disminuye la tasa de mortalidad y los daños ocasionados en el pulmón a medio largo plazo", explica Castro, señalando "que no han necesitado el fármaco en el hospital de Cruces, porque las casos disminuyeron. Sin embargo, está ahí por si surgen rebrotes y hubiera que utilizarlo", reconoce la directiva.

ante el covid-19

Histocell ha logrado culminar su vocación por la manufactura de sus propios medicamentos y productos de medicina regenerativa con la puesta en marcha de dos plantas de fabricación ubicadas en Bizkaia. Además de la fábrica de medicamentos de terapia celular de Derio, cuenta desde hace dos años con otra línea autorizada para la fabricación de productos cosméticos y sanitarios en Larrabetzu. El último hito conseguido en este ámbito ha sido el acuerdo logrado con la empresa Enoc Pharma para la fabricación de sus productos basados en liposomas de última generación.

En este sentido, Begoña Castro, ante el aldabonazo que nos ha dado el coronavirus, apuesta por fomentar laboratorios propios para no depender en su totalidad de países externos. "Aquí, en Euskal Herria, hay potencial suficiente, pero el covid-19 nos ha pillado desprevenidos a todos. Es una lección a futuro. En nuestro país hay empresas muy preparadas, con gran potencial para ante una futura pandemia contar con los dispositivos suficientes y no tener que depender tanto del exterior. Pero para ello hay que prestigiar y potenciar el sector de las empresas biotecnológicas que generan riqueza, trabajo de calidad y prestigio de país", añade Castro.

La carrera de propiedad industrial de Histocell, con 54 patentes internacionales concedidas a 9 familias de fármacos diferentes, es uno de sus principales activos. Estas patentes protegen todos los productos de la compañía en los principales territorios del mundo, cubriendo el 90% del mercado (Estados Unidos, Canadá, Australia, Europa...) .

visibilidad

Begoña Castro considera que con la pandemia se ha visibilizado la importancia de las empresas biotecnológicas, "que con nuestros equipos de investigadores, en colaboración con las universidades y los centros tecnológicos, podemos dar solución a los graves problemas derivados de pandemias como la que estamos viviendo. Además, lo que ha ocurrido ha puesto de manifiesto la potencialidad que hay en los diferentes grupos de investigación, tanto en la Universidad Pública como en pequeñas empresas tecnológicas, como puede ser la nuestra", constata, al tiempo que recalca que el próximo reto que se marcan desde Histocell es ampliar el mercado.

"Estados Unidos está en el centro de nuestros objetivos, pero al ser una empresa pequeña lo que intentaremos es buscar contrapartes en el país americano; empresas que estén interesados en nuestra tecnología y de la mano de ellos llegar a otros mercados", sostiene Castro.

Su reto es ir avanzando en las fases clínicas de sus medicamentos "que todavía son muy jóvenes y les queda mucho por desarrollarse". Otra de las metas es ampliar los productos de su fábrica en Larrabetzu, "donde tenemos nuestra línea de belleza y cicatrización y en la que queremos poner en marcha otras líneas de productos", reseña la directiva científica.

En este hilo argumental, Begoña Castro insiste en la necesidad de que en este país se invierta más en biotecnología, en ciencia e investigación. "Está claro que se valora poco, por lo menos hasta ahora, a los investigadores y esto tiene que cambiar. El valor añadido que generan es extraordinario. Por eso, a medida que se adelanta más en investigación hay que invertir más en ella, porque los retornos económicos y en calidad de vida serán extraordinariamente buenos", recalca la bióloga Begoña Castro.

"Probablemente en Euskadi estemos un poco mejor que en el resto del Estado, pero aun así faltan medios"

Directora científica de Histocell

"No se valora lo suficiente a la ciencia y, por supuesto, se precisa más presupuesto para la investigación"