BILBAO - La dirección de ArcelorMittal Sestao, la antigua Acería Compacta de Bizkaia, espera una mejora de la demanda en el segundo semestre que podría tener un impacto positivo en la cartera de pedidos y por tanto en la actividad de la fábrica. A punto de cumplirse cuatro años trabajando a medio gas en Sestao -el objetivo de producción para este ejercicio son 300.000 toneladas, una quinta parte de su capacidad-, ArcelorMittal considera que el mercado del acero "se está estabilizando" y hay indicios que apuntan a un cambio de tendencia en el sector.

Fuentes de la multinacional explicaron ayer a DEIA que todavía es pronto para avanzar decisiones y que, en principio, las medidas que pudieran tomarse se aplicarían a partir de 2021. Tras descartar hace unas semanas la aplicación en Euskadi del expediente de suspensión de empleo en el que están inmersos los trabajadores asturianos, la dirección de Arcelor mostró cierta cautela a cuenta del bajo ritmo de entrada de contratos. La situación no ha cambiado, pero los últimos movimientos del mercado anticipan una mayor actividad a medio plazo.

A la espera de conocer el impacto de ese futuro escenario en Sestao y las otras dos plantas vascas especializadas en acero laminado -Etxebarri y Lesaka-, así como en Olaberrria y Zumarraga -barras y alambres-, por primera vez desde el inicio de la crisis se percibe la luz al final del túnel para un sector que en el estado también está penalizado por los altos costes energéticos.

A nivel mundial, ArcelorMittal anunció ayer unas pérdidas de 2.454 millones de dólares (2.230 millones de euros) en 2019, frente a los casi 4.680 millones de euros que ganó en 2018. Las ventas del grupo siderúrgico también bajaron, en este caso un 7,1%, hasta los 64.196 millones de euros. Aunque hubo más envíos de acero (0,8%), los precios bajaron casi un 10% y al mismo tiempo aumentó el coste del hierro un 34,3%. El balance del ejercicio fue malo y así lo reconoció el presidente y consejero delegado de la multinacional, Lakshmi N. Mittal: "2019 fue un año duro, que se reflejó claramente en nuestra significativamente reducida rentabilidad".

Con todo los resultados fueron mejores de lo esperado por los mercados y además llegaron acompañados de una notable reducción de su endeudamiento, lo que situó a la compañía al frente de la Bolsa.

mercado al alza El primer productor mundial de acero logró cerrar el año pasado con su menor nivel de deuda desde la fusión en 2007. De cara a este año, prevé otro recorte de más de 2.000 millones para situarla en 6.361 millones y las perspectivas de incremento de los ingresos refuerzan la estrategia de reducción del endeudamiento.

A pesar de que 2020 seguirá siendo "complicado", ArcelorMittal prevé que el consumo mundial de acero crezca entre un 1% y un 2% -el avance del año pasado fue del 1,1%- y en la dinámica tendrán especial protagonismo los dos principales mercados de la propietaria de la antigua ACB de Sestao: Europa podría crecer hasta un 2% frente a la caída del 4,3% del año pasado y Estados Unidos repuntará según sus cálculos en torno a 1% cuando en 2019 retrocedió un 1,7%. "Con los niveles de inventario bajos después de un periodo de desabastecimiento, estamos viendo a los clientes volver al mercado, lo que apoya un mejor entorno de precios", indicó Lakshmi N. Mittal en una nota de prensa.

La multinacional no detalla los resultados por plantas o zonas geográficas, pero las fuentes del grupo consultadas aseguraron que la evolución de las acerías vascas "está alineada" con la del resto de la compañía. Además, destacaron que están cumpliendo con los objetivos de optimización de costes energéticos y logísticos y contribuyendo a reducir el pasivo financiero.

"El Plan de Acción 2020 está generando sus frutos y lo que no se consigue aumentando el volumen de ventas, se logra a través de la reducción de costes", subrayaron.

En cuanto a las perspectivas, ArcelorMittal ya están notando un incremento de la demanda aparente de los clientes de la acería de Sestao. Tras vaciar sus almacenes en el habitual desestocaje del último trimestre del año, las compañías que compran acero a la antigua ACB están reponiendo existencias de forma casi automática. Esa dinámica se ajustará los próximos meses a las necesidades reales de cada cliente y a día de hoy la expectativa es que se produzca un punto de inflexión en la segunda mitad del año.