BILBAo - El viceconsejero de Economía, Finanzas y Presupuestos del Gobierno vasco, Alberto Alberdi, afirmó ayer que el Gobierno vasco está “ganando espacio fiscal para lo que pueda venir”. Para ello, cerró la brecha del déficit hace ya dos años y está reduciendo la deuda, de manera que este año cerrará con un ratio sobre el PIB por debajo del 13%. De modo, que Euskadi cuenta con un colchón para activar estímulos de cara a la desaceleración.

“Vamos a cumplir así la legislación de estabilidad, que fija esa horquilla dentro del 60% para el conjunto de las administraciones públicas. Por cierto, algo que ninguna otra está en condiciones de conseguirlo”, destacó en su intervención ayer en el Palacio Euskalduna de Bilbao, en el Foro Profesional de Finanzas y Tesorería organizado por Elkargi.

Alberdi hizo mención a que a lo largo de muchos años se fio todo a la política monetaria, pero ha advertido de que ésta, por sí misma, tiene “dificultades para lograr el objetivo de inflación, y mucho más para conseguir un crecimiento sólido, que sigue siendo la asignatura pendiente de la zona euro”.

Por ello, insistió en que la propia autoridad monetaria y el FMI reconocen cada vez más abiertamente que hay que preparar un acompañamiento de la política fiscal. “En el caso de Europa -añadió-, se requiere una reconsideración profunda de todo el marco de estabilidad, y ésta es una tarea ardua que requiere tiempo, por lo que sería aconsejable flexibilizar el actual pacto de estabilidad e impulsar algún instrumento europeo de estabilización económica de suficiente tamaño”.

Por otro lado, Alberto Alberdi se refirió a los procesos de desapalancamiento de la deuda que se están produciendo en diferentes países. En Euskadi, señaló que “el crédito al sector privado ha continuado en claro descenso, y desde máximos del 125% del PIB ha bajado ya al 80%. En el caso de las empresas, tras el ajuste de 10 puntos en el porcentaje de endeudamiento total realizado tras la crisis, el ratio se habría estabilizado en el 49% del activo. “Es la pequeña empresa la que ha hecho un mayor esfuerzo en reducir su apalancamiento”, resaltó.

El viceconsejero concluyó su intervención señalando que sigue creyendo que “el futuro que tenemos por delante será de bajos tipos de interés, bajos niveles de inflación y moderado crecimiento de la recaudación”. Ante la pregunta de qué se puede hacer en este contexto, afirmó que, en primer lugar, “no ser fatalistas y, en segundo, consolidar nuestro crecimiento potencial del 2% continuando con la transformación tecnológica y digital, la mejora y adaptación de capital humano, y la transición energética”. - DEIA