donostia - La semana no pudo comenzar de peor manera ayer en Euskadi. Dos operarios del sector forestal y de la construcción fallecieron en Gipuzkoa en sus puestos de trabajo en el intervalo de cuatro horas. Ambos perdieron la vida en la comarca de Urola Kosta. El primero de los siniestros se registró en Zestoa, donde un vecino de Azpeitia de 50 años murió tras caerle un árbol encima cuando realizaba labores de tala en el monte Santa Engrazia.

Poco después llegaba a mediodía la confirmación de un segundo accidente mortal. Esta vez en Zarautz, donde un joven de 31 años y vecino de Urretxu perdía la vida tras caer desde la grúa en la que trabajaba realizando labores de mantenimiento. La condena por estos hechos fue unánime ayer en el territorio. Con estas dos muertes se eleva al menos a 18 el número de trabajadores muertos en Euskal Herria en lo que va de año, informaron ayer los sindicatos.

El primer accidente se produjo sobre las 9.50 horas. El escenario, el monte Santa Engrazia de Zestoa, donde realizaba labores de tala un trabajador de nacionalidad marroquí. El operario se vio sorprendido por la caída de un árbol. Un particular que se encontraba en la zona del accidente dio la alerta, tras lo cual la Ertzaintza, los bomberos y una ambulancia acudieron al lugar de los hechos, para comprobar que el impacto había sido mortal de necesidad.

El segundo accidente tuvo lugar al mediodía, esta vez en el sector de la construcción y en la localidad costera de Zarautz. Según informó el Departamento de Seguridad, el accidente ocurrió a las dos y cinco de la tarde en Añorbe Bidea. El malogrado operario realizaba labores de mantenimiento en una grúa torre, propiedad de la empresa Pingon, con sede social en Lazkao, que estaba siendo empleada para la construcción de unas villas.

Según testigos presenciales, el joven cambiaba unos contrapesos cuando comenzó a escucharse un pitido que alerta de la inminente caída de la grúa. “Al parecer ha vencido el peso, y la grúa se ha desplomado desde 30 metros de altura con él adentro. Iba bien atado, con casco y botas, pero ha recibido un golpe en la cabeza que ha resultado fatal”, indicaron testigos presenciales, entre quienes se encontraban encofradores y electricistas. La caída de la grúa todavía pudo tener consecuencias aún peores ya que se desplomó sobre una caseta, resultando herida otra persona con un golpe en la espalda, que fue trasladada al Hospital Universtario Donostia.

EXPLOSIÓN EN SIDENOR En un tercer suceso en el ámbito laboral, dos mandos intermedios de Sidenor sufrieron ayer quemaduras en manos y cara de diversa consideración tras registrarse una explosión en la línea de afino de la acería.

Por causas que están siendo investigadas los dos trabajadores recibieron el impacto de un chorro de vapor que se produjo tras explotar al parecer una tubería. El siniestro se produjo a media mañana y se activaron inmediatamente los protocolos de emergencia y seguridad en la planta de Basauri.

Los dos mandos de la compañía fueron trasladados al hospital de Galdakao, donde fueron atendidos de las quemaduras. Agentes de la Ertzaintza y técnicos de Osalan se desplazaron a la fábrica de Sidenor para investigar la causas del suceso.

El incidente no afectó a los trabajadores de la línea de afino, el proceso en el que se eliminan las impurezas del acero. Y los mandos intermedios accidentados no estuvieron en ningún momento en contacto con la colada, lo que habría agravado sus heridas. De ahí, que a falta del resultado de la investigación todo apunta a que la explosión se produjo en un punto fuera de la línea de producción, donde estarían los mandos intermedios, que no intervienen directamente en la producción de acero.

Se da la circunstancia de que el accidente laboral coincidió con un aviso de interrumpibilidad, el mecanismo que desconecta a grandes consumidores del sistema eléctrico cuando la demanda supera la oferta de energía. Por ello, la fábrica de Basauri no recuperó la normalidad hasta la tarde.

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