bilbao - Los cuatro grandes sindicatos vascos anunciarán hoy una serie de movilizaciones en las empresas del metal de Bizkaia que arrancarán con una concentración ante la patronal el día 17. ELA, LAB, CC.OO. y UGT trasladarán ese día a la Federación Vizcaina de Empresas del Metal (FVEM) sus reivindicaciones sobre el convenio y, si en la semana siguiente no hay avances, convocarán cinco jornadas de paro en el sector a partir del día 23.

Los sindicatos optan así por la vía de la confrontación para intentar desbloquear uno de los principales convenios sectoriales de la CAV, que está pendiente de renovar desde 2011. El convenio de la industria vizcaina afecta directamente a unos 50.000 trabajadores, siendo por tanto junto al metal guipuzcoano uno de los pilares de la negociación colectiva vasca. El último convenio del sector terminó en 2011 y fue firmado únicamente por CC.OO. y UGT, aunque en la práctica ha sido de aplicación en la mayoría de pequeñas empresas.

Desde entonces la patronal y los sindicatos han hecho varios intentos por reactivar las negociaciones pero las diferencias, en especial en torno a cómo recuperar el poder adquisitivo perdido, han terminado por paralizar las conversaciones. Llegados a este punto los cuatro sindicatos con representación en la mesa han decidido impulsar nuevas movilizaciones, avaladas por las asambleas de delegados que cada central ha organizado estos últimos días. ELA, LAB, CC.OO. y UGT comenzarán con una concentración de delegados ante la sede de la FVEM el viernes día 17 para dar un ultimátum a la patronal. La idea es trasladar a los empresarios las principales reivindicaciones sobre el convenio de cara a intentar forzar un acercamiento.

cinco días de paro En caso de que no haya movimientos, las centrales intensificarán la presión con cinco jornadas de paros de 24 horas, la primera el día 23, según avanzaron fuentes sindicales a DEIA. El objetivo pasaría por extender la huelga a las plantillas de las grandes fábricas con convenio propio de manera que estas ejerzan un efecto tractor sobre los trabajadores de contratas. Por tanto, los paros irían más allá de los 50.000 trabajadores que están bajo el paraguas del convenio sectorial y englobarían a los casi 80.000 metalúrgicos del territorio vizcaino, incluso se contempla extender el llamamiento a otros sindicatos más pequeños con implantación en las grandes fábricas.

Euskadi vive un repunte de la conflictividad laboral en los últimos meses concentrada en sectores como las residencias, la ayuda a domicilio o la educación concertada, a los que ahora se suma un ámbito con peso específico como es el metal. La convocatoria en la industria vizcaina se cocina desde febrero, cuando los sindicatos asumieron que las negociaciones con la patronal vizcaina no daban más de sí. En este caso el ciclo de movilizaciones comienza con plena unidad de todas las organizaciones sindicales de la mesa, algo poco frecuente en la negociación colectiva vasca.

El pasado 1 de mayo, la secretaria general de LAB, Garbiñe Aranburu, lanzaba un mensaje a favor de la unidad sindical para dar paso a “movilizaciones en clave más general”, lo que “reforzaría la lucha en los centros de trabajo”. El sindicato de la izquierda abertzale celebró una asamblea la semana pasada en la que los delegados del metal se pronunciaron a favor de la huelga, una posibilidad que de una u otra forma también han puesto sobre la mesa los demás sindicatos.

Pese a la desaceleración económica, la patronal ha anunciado que la mayor parte de firmas industriales vizcainas prevén cerrar el ejercicio con beneficios y generar un millar de puestos de trabajo.