BILBAO - El modelo económico vasco basado en el sector industrial, en la estabilidad institucional y en la colaboración público privada, ha dado frutos positivos en el primer trimestre del año y aunque la ralentización es una realidad la economía de la Comunidad Autónoma Vasca ha crecido un 2,2%, una décima por encima de las últimas previsiones del Ejecutivo Urkullu, y muy por encima de las cifras de los principales países de la eurozona como Alemania o Francia, que son los principales clientes de las exportaciones vascas.

En concreto, el Producto Interior Bruto (PIB) de Euskadi ha aumentado en el primer trimestre de 2019 un 2,2% en relación al primer trimestre del precedente 2018 y un 0,6% en tasa intertrimestral, según las estimaciones del Avance de Cuentas Trimestrales dado a conocer ayer por Eustat.

En un contexto de fuertes incertidumbres internacionales, con el Brexit y el proteccionismo comercial de Estados Unidos aplazando decisiones de inversión y lastrando los intercambios comerciales, y con un crecimiento muy limitado en la eurozona, la evolución de la economía vasca sigue siendo positiva porque, además, los últimos datos conocidos de generación de empleo, de actividad industrial y de exportaciones siguen evolucionando al alza.

Es cierto que el propio Instituto Vasco de Estadística resalta que el crecimiento de la economía en el periodo citado es dos décimas inferior al estimado el trimestre anterior pero ello no oculta que la industria sigue aguantando con fortaleza pese a que en Alemania, un cliente clave, no pasa por sus mejores momentos.

Una vez deducidos los efectos estacionales y de calendario, en términos intertrimestrales el PIB de la CAV estimado ha crecido un 0,6%, crecimiento intertrimestral una décima superior al estimado el trimestre precedente.

El Eustat resalta en su informe que la economía vasca se mantiene en la senda de crecimiento observada en períodos anteriores, aunque en menor escala, pero acompañada de una “ligera aceleración” en el crecimiento intertrimestral.

Por la parte de la oferta, el crecimiento interanual e intertrimestral de la economía vasca con respecto al último trimestre de 2018 se debe principalmente a la recuperación del sector industrial en este primer trimestre del año pese a que algunas empresas ligadas al automóvil todavía están afectadas por las consecuencias de la polémica de la tecnología diésel.

El sector primario, el sector de la construcción, que al menos en el sector residencial empieza a mostrar signos de recuperación, y, en menor medida, el sector de servicios siguen presentando un “comportamiento dinámico”, si bien “más moderado” que el trimestre anterior.

Un aspecto positivo que va de la mano del aumento del PIB es que el empleo ha aumentado un 1,8% en relación al mismo trimestre del año anterior, dos décimas por debajo del crecimiento estimado el trimestre previo.

Valoración Con estas cifras sobre la mesa, el departamento de Hacienda del Gobierno vasco que lidera Pedro Azpiazu ha valorado las mismas porque superan en una décima sus propias previsiones y porque “se confirma que la salida del bache industrial es más firme que lo que se había pronosticado”.

“Los datos están una décima por encima de las previsiones del Gobierno vasco, en lo que se refiere al PIB y al empleo anual”, destacan en el Ejecutivo.

En materia de actividad, y a la espera de conocer los datos sectoriales “parece que la superación del bache de final del año pasado vinculado al sector industrial está siendo más clara de lo esperado”. De hecho, el Eustat destaca que el aumento del PIB se debe principalmente a la recuperación del sector industrial, algo que ya adelantó el INE días pasados con datos de febrero que mostraban un crecimiento del 2,8% en la cifra de negocios de la industria y de un 13,7% en los pedidos. Las cifras de exportaciones de enero-febrero, con un alza del 3,1%, también confirmarían que la economía vasca resiste mejor que la media europea.