Iñigo Larrinaga lleva más de 25 temporadas en la popa de una trainera. Tras capitanear durante muchos años la Antiguako Ama de su Ondarroa natal, aceptó la propuesta de Orio para dirigir la embarcación amarilla la pasada campaña. Este año se sitúa en la popa de la Bou Bizkaia, con un equipo que afronta un proyecto nuevo tras tres temporadas dominando la Eusko Label Liga y la Bandera de la Concha. El rendimiento de la trainera de Bermeo no ha sido todo lo positivo que cabía esperar. Tras ocho jornadas disputadas, ocupa el quinto puesto de la clasificación general, fuera de la tanda de honor, y se ha mantenido lejos de la lucha por las banderas. Larrinaga reclama tiempo para un conjunto que continúa buscando ubicarse en una temporada que califica de transición. No obstante, destaca el carácter competitivo de la escuadra bermeotarra y confía en seguir mejorando para alcanzar su mejor nivel en el mes de septiembre.
Cuartos en Getxo y octavos en Castro. ¿Qué valoración realiza de los resultados cosechados por Bermeo-Urdaibai el último fin de semana de competición?
—Creo que en Getxo hicimos una muy buena regata, completa, solo que al final pues nos faltó igual un poco de gasolina. Luego, en la última tanda el viento perdió intensidad y finalizamos cuartos. En Castro creo que no hicimos mala regata. Todo se puede mejorar, pero bueno, hay que seguir el camino para seguir progresando.
Ocho jornadas disputadas en la Eusko Label Liga y ocupan el quinto puesto en la clasificación general.
—Ya se ve que este Urdaibai no es el del año pasado. Creo que todos lo teníamos claro. En cualquier caso, considero que estamos haciendo buenas regatas. Los rivales son muy fuertes pero la liga es larga y situará a cada uno en el lugar que le corresponde.
¿Esperaban ofrecer este nivel o confiaban en estar más arriba?
—Tenemos los pies en el suelo y somos conscientes de que conseguir banderas va a ser muy complicado para nosotros. No obstante, creo que no estamos remando mal ni obteniendo malos resultados. Al final, en Castro, en la tanda de honor, quedamos terceros por delante de Zierbena. El sábado en Getxo ganamos nuestra tanda con mucha autoridad y hay que valorarlo en su justa medida.
Han caído al quinto lugar de la clasificación y, por tanto, han quedado fuera de la tanda de honor. Eso penaliza mucho.
—Siempre he dicho que caer de la tanda de honor es fácil, pero volver es complicado. Todos sabemos cómo funciona la climatología. Los sábados diría que normalmente tiende a bajar el viento y los domingos a subir. Puedes hacer una buena regata el sábado y no quedas tan arriba. El domingo, en cambio, las condiciones empeoran en la tercera tanda y puedes quedar muy atrás en la clasificación. Por ejemplo, en Castro en la segunda ciaboga estábamos undécimos.
Decía Salsamendi que Urdaibai tenía que buscar su sitio. Parece que no lo han encontrado todavía.
—Seguimos en ese proceso, intentando a ver si nos podemos afianzar en un lugar desde donde intentar morder arriba. A ver si se estabiliza todo un poquito y encontramos nuestro sitio.
La pregunta del millón, ¿qué le falta a Urdaibai para ofrecer su mejor rendimiento?
—Al final, es un proyecto nuevo. Como nuestro entrenador dice siempre, ni mejor ni peor, pero nuevo. Entonces, yo creo que le falta tiempo. Este tiene que ser un año de transición. Como bien dice Jon, un año que sirva para sentar las bases de un proyecto de futuro, que no sea a corto plazo, y que busque la incorporación de los remeros de casa y vaya creciendo con los años.
¿El pasado pesa demasiado?
—Al final todos somos conscientes de dónde viene Bermeo y lo que ha ganado. Es que ha sido una auténtica salvajada. Y ese peso se nota. Al final el inconsciente trabaja mucho y siempre quieres más y más. Estamos trabajando en ello y creo que poco a poco iremos mejorando.
En las tostas de la ‘Bou Bizkaia’ la mayoría de remeros está acostumbrado a ganarlo todo. ¿Cómo se digiere, cómo digieren ellos estar peleando en la segunda tanda?
—Son muy competitivos. Son unos caballos de carreras, pero el nuevo rol lo están asumiendo y creo lo llevan bien, siempre sin perder ese carácter competitivo. Siendo realistas y sin conformarse, pero asumiendo que ahora tenemos un rol diferente al de otras temporadas. Como en Getxo, intentando hacer una buena regata desde la segunda tanda.
Lo cierto es que, hasta ahora, en estas ocho jornadas, Bermeo ha estado muy lejos de la lucha por las banderas.
—Está claro. Este año se ve un Orio muy superior al resto. Alguno le muerde, pero en días muy puntuales. Yo creo que Orio está muy por encima y ahora tenemos claro que el objetivo es intentar morder a Donostiarra y a Zierbena. En unas regatas hemos conseguido rebasar a uno, en otras a otro y en alguna a ambos. Se trata de intentar colarnos ahí y el siguiente paso sería dar alguna dentellada. En cualquier caso, se ve que Orio está un escalón por encima del resto.
¿Qué ambiente se respira dentro de las tostas de la ‘Bou Bizkaia’?
—El ambiente es bueno. Tenemos un equipo muy majo, muy noble, y el ambiente entre nosotros es bueno sin dejar a un lado la competitividad. Queremos ganar y hacerlo lo mejor posible. Siempre tiene que haber esa mala leche, si no es imposible aspirar a nada, pero el ambiente es muy bueno.
¿Qué podemos esperar de la ‘Bou Bizkaia’ en lo que resta de temporada, que es más de la mitad?
—Nuestro objetivo está claro. Trabajamos para seguir mejorando día a día, porque sabemos que ahora mismo la Bou Bizkaia no tiene techo. Es un proyecto nuevo desde la base que ya existía y tiene que mirar hacia arriba. Intentaremos mejorar e ir progresando poco a poco hasta ver dónde estamos en septiembre.
Primero objetivo, regresar a la tanda de honor, supongo.
—Está claro. El principal objetivo es seguir mejorando y volver a pelear en la tanda de honor.