Bilbao - Hondarribia cruzó la meta del campo de regatas de Riazor y al instante todas las cabezas miraron ansiosamente hacia la misma dirección. Los remeros hondarribitarras buscaron la proa de la San Nikolas y la encontraron mucho más cerca de lo deseado. Las sonrisas fueron para el segundo clasificado de la tanda de honor y en las tostas de la Ama Guadalupekoa quedó un regusto amargo. Pocas veces una exhibición como la realizada ayer en A Coruña tuvo una reacción tan cabizbaja. Hondarribia destrozó la regata en el inicio y se hizo con la victoria. Sumó a ello doce valiosísimos puntos para la general y se acercó aún más a Orio, que solo pudo ser cuarto. Sin embargo, en caliente lo importante es ondear la bandera, es el anhelo de todo remero. Utilizar la calculadora y mirar a la clasificación es cosa de tierra. En el agua solo importa levantar los remos. Hondarribia fue claramente el gran triunfador de ayer, pero abandonó el campo de regatas en silencio, con esa sensación agridulce producida por la deseada guinda. Mientras, en el bote oriotarra todo eran sonrisas y abrazos a pesar del golpe sufrido en la lucha por la Corona de la Eusko Label Liga.

Por primera vez en esta temporada Orio estuvo en un momento crítico. Contra las cuerdas en el inicio de la regata. Último en su tanda y con una importante sangría que le hizo perder muchas posiciones en el cómputo total. No solo estuvo en una situación de una pérdida de puntos considerable, también la bandera empezó a esfumarse con Hondarribia y Santurtzi como claros aspirantes a superar la ventaja lograda el sábado. Fue con el viento en contra cuando los oriotarras dieron otro ejemplo de superación, de una trainera llena de confianza y que aspira a todo esta temporada. La San Nikolas sufrió mucho en los tres primeros largos, sobre todo a la hora de ir de brancas’ claramente superada por una Ama Guadalupekoa sensacional. En el último largo de vuelta, los patroneados por Gorka Aranberri acertaron a la hora de cabalgar sobre las olas y consiguieron defender su renta para hacerse con la bandera.

El peor momento para Orio estuvo en la salida. Hondarribia presentó su candidatura en el primer largo con una remada de mucha potencia que le permitió abrir huecos en un campo de regatas muy castigado por el viento, que soplaba en contra cada vez que las traineras debían ir hacia fuera. Aunque en el largo de vuelta las cosas no le fueron tan bien a los hondarribitarras. La Ama Guadalupekoa fue la que peor se desenvolvió en popare. Eso le permitió a Santurtzi acercarse a dos segundos, mientras que Orio y Urdaibai no pudieron entrar en la pelea pese a su ligera mejora. La bandera empezó a dividirse entre tres candidatos. Orio sufrió por mantenerse vivo, Hondarribia quiso ir a más y Santurtzi vio cómo ganar por segunda semana consecutiva se convertía en una posibilidad real.

Bajón de santurtzi La fortaleza de Hondarribia estuvo en los largos de ida. Cuando más castigó el viento, más diferencias marcó. En la segunda oportunidad que tuvo para sentenciar la regata, las fuerzas no eran las mismas en las tostas hondarribitarras y Santurtzi apuró para aguantar el buen momento de la Ama Guadalupekoa. Las distancias estuvieron bastante estables y en la tercera ciaboga la bandera seguía estando en un pañuelo. Aunque a partir de ahí, la Sotera se vino abajo. Las sensaciones vividas hasta ese momento abandonaron a los santurtziarras y en un largo los objetivos cambiaron. La gloria de la bandera quedó olvidada y salvar la situación pasó a ser prioridad. Urdaibai, que protagonizó el fin de semana más completo en lo que va de año, llegó a pasar a Santurtzi, pero en la txanpa final le faltó fuerza y la Bou Bizkaia terminó última de la tanda.

Un par de olas nada más salir de la ciaboga pusieron la bandera rumbo a Hondarribia. Orio reaccionó entonces y empezó a subir el ritmo desde lejos. Un par de pequeñas olas acercaron a los aguiluchos hasta los cinco segundos para conseguir un margen de seguridad. Aunque todavía faltó el último intento de la Ama Guadalupekoa. Los hondarribitarras acabaron mejor la regata, las palas empezaron a moverse a mayor velocidad y los segundos cayeron a su favor. Los oriotarras volvieron a vivir otra situación de sufrimiento, de pedir que la regata acabara lo antes posible para poder salvar la bandera. Y esos ruegos se hicieron realidad. Hondarribia ganó y sacó ocho segundos a Orio, distancia insuficiente para poder subir al barco a celebrar el triunfo.

La bandera estuvo en la tanda de honor, pero la victoria de la jornada también estuvo amenazada desde la segunda tanda. El viento fue a más con el paso de los minutos y las traineras de los puestos intermedios se encontraron con un escenario beneficioso. Zierbena y Donostiarra cogieron claramente la proa de la regata y Ondarroa y Cabo quedaron descartados, sobre todo los gallegos que se hundieron hasta la undécima posición. Los galipos tuvieron siempre cerca a los donostiarras y en el segundo largo lograron colocarse en cabeza. La reacción de la Torrekua hizo que los vizcaínos perdieran el primer puesto de la tanda, aun así no se fueron descontentos de Galicia ya que lograron minimizar el daño sufrido el sábado al acabar terceros, un segundo mejor que Orio.