Los pelotaris Erik Jaka y Jokin Altuna han seleccionado el material para la final del Cuatro y Medio del próximo domingo en el frontón Bizkaia de Bilbao.

Ambos han separado en apenas cinco minutos el material para la final del Campeonato del Cuatro y Medio, la última de las tres grandes citas de pelota vasca de la temporada que va a enfrentar este domingo a ambos pelotaris guipuzcoanos en el frontón Bizkaia de Bilbao.

El recinto de Miribilla fue también el escenario de este tradicional acto en el que Altuna III se decantó por dos pelotas de 104,6 y 104,9 gramos y Jaka por dos cueros, muy similares, con un peso de 104,9 y 105,1 gramos.

Altuna ha calificado como "muy bueno" el material ofrecido en el cestaño por el responsable del material, Martín Alustiza, y destaca que todas las bolas ofrecen dificultad "para jugar en esta distancia porque dan poco tiempo para reaccionar", si bien subraya que ha acabado "contento" y que no habrá "ninguna excusa" por este asunto.

El delantero de Amezketa, de 24 años, afrontará su quinta final consecutiva en el acotado en la que será además la reedición de la final del Manomanista disputada hace menos de un mes, el 29 de noviembre, en la que cayó frente a su gran amigo Jaka.

Su mayor experiencia en este tipo de partidos le otorga un papel de favorito al que resta trascendencia. "Lo veo positivo, pero no le doy importancia. Todos los pelotaris profesionales jugamos mucho y Jaka ya demostró que no llegó por casualidad a la final del Manomanista. Es un reto muy bonito", subraya.

Ha dicho además que reveses como el del mano a mano le están haciendo aprender y "disfrutar" de lo logrado en su carrera. "Si piensas demasiado en el resultado cuando llegas al objetivo no lo valoras. Me siento un privilegiado. Esto va muy rápido y tienes que disfrutar con lo que eres feliz", reflexionaba.

Por su parte, Jaka, de 26 años, comenta que "sin querer ponerle el cartel de favorito", porque no cree "que sea así", asume que "cuando Altuna está en el frontón todo el mundo piensa que puede ganar".

"En el Manomanista, ¿cuánta gente contaba conmigo? Veía claras opciones de poder ganar y también de perder. En esta final pienso lo mismo", señalaba el de Lizartza, a quien lo le "trastoca nada" la celebración de este encuentro dos días después de Navidad.