Bilbao - El frontón de Mallabia servirá para abrir hoy una nueva época en la pelota a mano profesional, ya que significará el debut del colegio de jueces propio con el que contará la Liga de Empresas al fracturar de forma definitiva su relación con las federaciones, que surtían a las operadoras en el ámbito arbitral. Si bien la oferta de trabajo salió a la luz el 18 de marzo, una vez rotas las negociaciones entre el ente manista profesional y el estamento, los jueces vizcainos seleccionados por las empresas para la nueva etapa que hoy comienza denuncian “coacciones” y “presiones”. Con todo, desde algunos sectores de la pelota se les está calificando a través de las redes sociales de “esquiroles” y consideran que se está “ensuciando” su nombre y “difamando” por haber tomado la decisión de acceder a la oferta laboral de la LEP.M. Y es que, según su postura, se están contando “mentiras” acerca de su participación en los intentos de acuerdo. “No podemos aceptar difamaciones por optar por continuar. No se está siendo justo con nosotros”, aseveran.

“Los jueces vizcainos, ni los que están actualmente en la LEP.M ni los que estaban antes, fuimos informados de cómo estaban funcionando las negociaciones con las empresas hasta tres semanas antes de hacer pública la fractura”, cuentan. Asimismo, consideran que “no se contó con los vizcainos” y que “no” estaban “de acuerdo” con lo que se estaba poniendo sobre la mesa. Sin embargo, en las últimas reuniones, en las que el colectivo quiso apaciguar la situación, “ya era tarde”. Así las cosas, en Bizkaia “no se han dado ultimátums”. “En algunos colegios se están viendo presiones”, añaden. Incluso, “están circulando mensajes por las redes sociales que dicen mentiras”.

“Los responsables de las difamaciones se justifican diciendo que los que vamos a entrar en la Liga de Empresas hemos realizado unas negociaciones subterráneas para echar por tierra lo anterior. Mienten”, afirman los vizcainos. “Para empezar, consideramos que se estaba funcionando bien hasta ahora y no estábamos de acuerdo con que se rompieran las relaciones entre las federaciones y la pelota a mano profesional”, desbrozan desde el grupo, que defiende la idoneidad de lo realizado anteriormente.

demasiado drásticos Así, el estamento arbitral vizcaino argumenta que, respecto al tema económico, “se debería de haber tomado la subida que ofrecían como punto de partida y comenzar a exigir el IPC año tras año. ¿Por qué desde 2012 no se había exigido esa subida cada temporada si estaba firmada y sí toda de golpe en 2019?”. Por tanto, los jueces vizcainos de la Liga de Empresas reflexionan que “se tuvo manga ancha con la Federación de Euskadi y, por contra, se establecieron unas negociaciones muy drásticas con la LEP.M”. También hacen hincapié en la “falta de presión” con el ente federativo vasco, que “todavía debe dinero” a los jueces de pelota a mano profesional que tomaron parte en el “Manomanista, el Cuatro y Medio y las competiciones de verano de 2016”. “En ese momento, los cabecillas que ahora están lanzando acusaciones de esquirol tuvieron manga ancha, pero ahora son tajantes con las operadoras que, aunque no subieron el IPC, pagaban religiosamente a pesar de las apreturas del momento”, analizan desde el grupo de jueces. A partir de enero de 2017, fueron las territoriales las que tomaron la iniciativa con el estamento arbitral y desde entonces no “ha habido problemas de cobro”. Por último, el colectivo recuerda que, “gracias a la negativa de tres jueces vizcainos”, se evitó la “creación” del colegio privado en 2005.