NORUEGA: Lunde, Kristiansen (3), Mork (8) Aune, Brattset (7), Sanna, Solber (3) , Oftedal (1), Reistad (3), Arntzen Jacobsen (1), Herrem , Aardahl (1).

ESPAÑA: Navarro y Castellanos, Martín (2) , Cesáreo ( 2), Gutiérrez (2) , Gassama , Rodríguez, Barbosa (5), Campos (1), Arderius (1) , Etxeverria (1) , Espinola, Arcos (3), Fernández (1), Ainhoa Hernández (1) y Sole Löpez (1).

Parciales: 1-1, 3-3, 6-3, 8-5, 9-7, 11-11; 14-12, 16-14, 20-16, 22-16, 24-17, 27-21.

Árbitros: Merz y Kuttler (Alemania). Excluyeron a por España a Cesareo y Arderius y a Herrem, Brattset y Aardahl por Noruega..

Incidencias: Segunda semifinal del Mundial femenino. Palau olímpico de Granollers, 4.000 espectadores.

-España sabía que para ganar a Noruega debía hacer un partido perfecto. Y ayer no jugó mal, de hecho estuvo bastante acertada durante algunas fases del encuentro. Pero no fue perfecto ni brillante. Y es que la selección escandinava era mejor en la teoría y ayer también fue mejor sobre el parqué de Granollers. Las semifinales del Mundial enfrentaron a un combinado estatal que defendía el subcampeonato y a una Noruega que aterrizó como flamante campeona continental; y erigieron a estas últimas como favoritas al nuevo trono mundial. Las escandinavas fueron, simplemente, superiores; y las guerreras tan solo pudieron aguantar su ritmo una mitad. La primera. El resto fue un monólogo noruego. Así pues, las dirigidas por José Ignacio Prades cayeron por un abultado 27-21, demasiado castigo, pero que las deja sin final y las manda a la lucha por el bronce. Esa que tendrá lugar mañana (14.30 horas/Granollers) ante una Dinamarca que sufrió una dolorosa derrota (23-22) frente a Francia.

El duelo comenzó parejo, tanteando nervios e intenciones. Pero fue en el minuto 6 el único momento en el que España estuvo por delante en el marcador (2-1). A partir de ahí, Noruega se hizo dueña del encuentro. Y eso que las guerreras dieron una clase magistral de defensa. Ayudas, repliegues, intensidad y disuasión. El resultado fue que, al minuto diez, las escandinavas solo habían sumado tres goles. Sin embargo, poco a poco, encontraron los puntos débiles del muro estatal y en el tercer parcial ya doblaba a su rival (6-3). Porque si España estuvo brillante en labores defensivas, en ataque hizo aguas. A las de Prades les costó demasiado encontrar opciones de lanzamiento, no halló resquicio alguno en la barricada noruega. Sin embargo, en las pocas ocasiones en las que lo consiguió se estrelló con una Katrine Lunde pletórica. Magistral. Y, por ello, MVP del partido. A pesar de todo, España tiró de garra y fuerza. No dejó de pelear y logró empatar la contienda en el último segundo de la primera mitad. Es decir, consiguió marcharse al descanso con empate (11-11).

Pero la segunda mitad fue una dosis de realidad. Noruega salió como un vendaval y en un parpadeo logró poner de nuevo tres tantos de distancia. A las guerreras les tocaba volver a remar a contracorriente. Pero las fuerzas ya no eran las mismas, ni el rival hizo tantas concesiones. Prades pidió más decisión. Terminar las jugadas. Y eso provocó numerosas pérdidas que permitieron correr a las escandinavas. Noruega fue un filón al contraataque y ni una espléndida Silvia Navarro pudo parar el torbellino. La derrota fue formándose sobre España, que aunque tiró de fe, continuó imprecisa. Poco clara. Ni siquiera una doble exclusión rival a falta de 10 minutos para el final, cuando el luminoso marcaba un claro 22-16, hizo que las guerreras se acercaran. De esta forma, con el 27-21 final, las de Prades se despiden del sueño del oro y se centran ya en el bronce. “Solo podemos felicitar a Noruega, sabiendo que nos han condenado las pérdidas de balón cuando sabíamos que era fundamental no cometer errores. Ahora nos permitimos solo dos minutos de duelo porque mañana tenemos un partido muy importante, más importante que este, y tenemos que darlo todo para conseguir la medalla”, concluyó Silvia Navarro.