La jornada de ayer martes registró un nuevo hito para el deporte vasco. Una nueva selección comenzó su andadura en otra cita internacional oficial. Primero fueron los combinados de kayak surf y sokatira y esta vez le tocó al pádel. Basque Country, nombre con el fue denominada la selección vasca, arrancó su participación en el Campeonato de Europa y lo hizo con la doble presión de dejar una buena imagen tanto a nivel deportivo como organizativo. Desde el primer día quedó claro que los jugadores tienen nivel suficiente para codearse con la élite del viejo continente y el Padel Indoor de Barakaldo estuvo a la altura de las circunstancias, acogiendo sin ningún incidente las disputas tanto por selecciones como por parejas, las dos categorías en las que está dividido este campeonato. Los siguientes partidos se disputarán hoy miércoles y mañana jueves en el Padel&Gol de Santurtzi, el viernes y el sábado en el Padeltoki de Ortuella y las finales serán también el sábado en el frontón Bizkaia de Bilbao.

En lo deportivo, Basque Country es uno de los favoritos a hacerse con el título tanto en la categoría masculina como en la femenina y en la primera jornada dieron el primer paso hacia las finales. Las selecciones vascas masculina y femenina se enfrentaron a Dinamarca y se llevaron sendas victorias para encarrilar su pase a la siguiente ronda.

En la categoría masculina, los jugadores vascos no dieron ninguna opción a los daneses. La diferencia de nivel entre ambos combinados fue evidente y la selección vasca sumó su primer punto con tres partidos ganados. En el primero, Franco y Lasheras vencieron a Hansen y Hougaard (6-3 y 6-2). A continuación, Diego y Echarri superaron a Laudrup y Galskov (6-0 y 6-4) y el triunfo de Cuesta y Rubio ante Enrum y Sorensen (6-3 y 6-1) cerró el día.

Más apretada estuvo la contienda en la categoría femenina. Echarri y Lachiondo superaron a Bassett y Pihl (6-4 y 6-1), pero las danesas Rasmussen y Haxen dieron la sorpresa ante Barrena y Aizpurua (6-7 (5), 6-3 y 3-6). González y Nerea no concedieron ningún juego a Bottcher y Wiese para llevarse la victoria final.