En los últimos días el proceso de vacunación se ha abierto para las personas entre los 16 y los 29 años, una edad que coincide con la de muchos deportistas. Los remeros no son ajenos a esta situación y a un gran número de ellos les toca ahora vacunarse. Lo hacen en plena temporada y la incertidumbre de unos posibles efectos secundarios que trastoquen los entrenamientos semanales o la propia competición está presente. Por ello, la estrategia de los clubes es tratar de recabar la mayor información posible y adaptarse día a día a las nuevas situaciones, algo a lo que ya están acostumbrados desde el inicio de la pandemia.

Santurtzi es uno de los clubes que cuenta con varios remeros que están esperando su turno para ser vacunados, aunque los santurtziarras tienen la ventaja de ser una tripulación heterogénea, con rangos de edades diferentes y la experiencia de los más veteranos les sirve como referencia. “Lo que hemos hecho ha sido registrar las sensaciones de cada uno. Tenemos la suerte de tener un equipo veterano y sus sensaciones son fiables. Un veterano si te dice que está cansado es que está cansado”, declara Ander Zabala, remero y preparador físico de la Sotera. El bogador santurtziarra dispone de muchas herramientas para recabar información, pero con el paso del tiempo se ha dado cuenta de cuál de todas es la más fiable: “Últimamente estamos en la era del GPS, de los analizadores de lactato, de frecuencia cardiaca, de oxígeno en sangre… pero según mi experiencia lo más fiable es preguntar: ¿qué tal te encuentras?”.

La experiencia está siendo positiva hasta el momento y han podido continuar con el día a día de los entrenamientos. “No nos ha trastocado mucho los planes y nadie ha tenido efectos secundarios que le hayan hecho dejar de entrenar. Lo que más nos ha podido afectar es el dolor de brazo. Les ha pasado a todos pero ha sido cosa de un día. Luego sí que ha habido gente que ha notado dolor de cabeza, pesadez o algo extraño. Es como un pequeño constipado que todos los años tenemos alguno y sabes que más de un día no se alarga esa sensación”, explica Zabala. Estas sensaciones son algo que todos los clubes tienen que pasar, pero el propio preparador de Santurtzi tiene claro que es un proceso necesario y que antes que el remo está tratar de terminar con la pandemia: “Todo esto lo hacemos teniendo en cuenta que lo importante es vacunarse. Si te toca tienes que hacerlo. En este momento es lo que tenemos que hacer para salir de esta situación lo antes posible”.

Este escenario obliga a los clubes a tener diferentes alternativas. En Santurtzi no tener efectos secundarios que les obligue a trastocar significativamente ningún entrenamiento no evita que tengan que estar preparados. “Quería ver a los más veteranos a ver qué tal respondían a ello y lo han hecho bien. Entonces seguiremos con el plan establecido, pero sí que hay una alternativa, que no es más que bajar un poco la carga los días antes, sobre todo, para recuperar un poco más las fuerzas”, apunta Zabala. Para asegurar aún más que esta situación no les afecta en las regatas, los integrantes de la Sotera tratan de alejar las citas lo más posible del fin de semana y así tener más tiempo para recuperar.

Los remeros que han pasado por este proceso lo han hecho, sobre todo, durante la pretemporada. Ahora, con la competición avanzada y las miras puestas en los grandes objetivos de finales de agosto y septiembre, la incertidumbre aumenta ligeramente. “Si nos pueden vacunar lo antes posible, mejor. Al final, con el avance de la temporada, cuando estemos más finos de peso o un poco más justos, no sé si nos afectará más o menos, todavía lo desconocemos, pero la lógica nos invita a pensar que si físicamente estamos más justos, nos puede afectar más”, opina Zabala. Otra nueva incertidumbre en otro año complicado.