UANDO su pareja, británica, le propuso regresar a Inglaterra para realizar un máster, Eder Lomba tampoco se lo pensó mucho. De hecho, este berriztarra de nacimiento y corazón solo puso una condición: asentarse en Sheffield. Y es que esta ciudad se encuentra a tiro de piedra de Peak District, la meca de la escalada inglesa. La capital de la cultura de montaña británica. Así que dos años y medio después, Lomba ya es uno más en la tremenda comunidad escaladora de la zona. Trabaja como entrenador, además de diseñar y equipar vías, en el rocódromo The Foundry, cuyo propietario es la leyenda británica Jerry Moffatt; y se ha erigido como uno de los más destacados y prolíficos nombres de la ciudad. Y es que, a pesar de llevar en la escalada deportiva desde 2014, este berriztarra decidió ir tras los pasos de Steve McClure, famoso por sus durísimas rutas en Inglaterra. Así que, consecuencia de ello, el mes pasado -solo siete años después de la compra de su primera cuerda dinámica-, Lomba se estrenó en el noveno grado con el encadenamiento de Rainshadow (9a).

Esta emblemática vía de Malham Cove (Yorkshire), que McClure se apuntó en 2003, es tan compleja que hasta el momento solo acumula 11 repeticiones. Pero es que, además, la de Lomba es la segunda ascensión de un escalador no británico. La primera fue de Adam Ondra, considerado uno de los mejores especialistas y protagonista del primer 9c de la historia de la escalada deportiva -conseguido en enero de 2020 con Silence, un proyecto completado en la cueva noruega de Flatanger-. Es decir, el berriztarra se estrenó en el noveno grado con una de las líneas más difíciles de Inglaterra. De hecho, a Lomba le costó dos años completar el encadenamiento, puesto que primero las complicadas condiciones climatológicas de la zona y, después, la explosión de la pandemia le obstaculizaron el objetivo. “Justo antes del primer confinamiento me caí en el último paso del bloque y luego nos encerraron justo cuando empezaba la temporada. Volví en otoño, con unas condiciones terribles. Hacía progresos lentos y algún buen pegue, pero nos volvieron a confinar. Me fui del país y cuando volví era invierno de nuevo. Las condiciones en Inglaterra son muy frustrantes, así que esta primavera la he probado cuatro días y de esos, tres ha estado seca. El día que la hice, por supuesto, se mojó”, relató Lomba.

Sin embargo, el éxito en Rainshadow le hizo ambicioso y buscó nuevos retos. Fijó su mirada en RainshadowBatman (9a/+) y no abandonó la vía de la escuela de Malham hasta que consiguió la primera repetición de su historia. De hecho, desde que McClure la abrió y bautizó en 2013, nadie había conseguido encadenarla de nuevo. Hasta que llegó Lomba y, en apenas diez días de intenso trabajo, logró repetirla. Y es que el hecho de que Batman no tuviera repeticiones fue pura motivación para que el berriztarra, que invirtió en esta vía la mitad del tiempo que en Rainshadow, a pesar de que esta última tenga una dificultad un poco menor.

A por el 9b

Con todo, Lomba nunca ocultó que, al comienzo, Batman era simplemente una vía de entrenamiento para su verdadero objetivo de la temporada: Rainman (9b). Esta ruta, también abierta por McClure en Malham Cove en 2017, supuso el primer 9b de la historia de la escalada británica. Y ahora es el nuevo proyecto del berriztarra: “Voy a hacer RainmanEl bloque de abajo me cuesta mucho y, si lo paso y estoy tranquilo, me puedo caer en el último paso tranquilamente o la puedo hacer”, concluyó Lomba.

Lomba protagonizó, tras Adam Ondra, la segunda ascensión no británica de ‘Rainshadow’ y la primera repetición de ‘Batman’