N el año de los confinamientos, las mascarillas y la distancia de seguridad, son muchas las carreras populares que han tenido que cancelarse. Sin embargo, hay otras que se resisten a bajar la persiana, a caer en el olvido de un calendario vacío, por lo que decidieron reinventarse para continuar en la agenda runner. Con una distancia pactada, pero sin recorrido predeterminado; con la compañía que se quiera, pero siempre respetando las normas sanitarias; y permitiendo convertir el día de la prueba en varias jornadas, las carreras populares trasladarán los tiempos de la calzada a la red. Así lo han propuesto la Bilbao Marathon y la Behobia-San Sebastián, dos de las pruebas vascas más relevantes del atletismo, cuya próxima edición será virtual. Es decir, a través de una tecnología basada en la geolocalización, ambas organizaciones contabilizarán los kilómetros, el crono y la velocidad media de todos los corredores; mostrando en tiempo real cómo va la clasificación de la prueba. En el caso de la prueba guipuzcoana, los inscritos tendrán del 2 al 8 de noviembre para completar 20 kilómetros; mientras que en la Bilbao Night Marathon, que ya cuenta con más de 2.000 participantes entre todas sus distancias (5 kms, 10 kms, media maratón y maratón), el margen finalizará el próximo domingo.

Sin embargo, en esta reinvención de las pruebas populares, especial mención merece la Bilboko Herri Krosa. La carrera patrocinada por DEIA acostumbra, desde hace 32 años, a reunir a más de 7.000 atletas el tercer domingo de noviembre. La pandemia obligó a suspender la edición del próximo mes. Pero los organizadores se resisten a que el próximo día 15 no haya camisetas blancas por las calles vizcainas, por lo que decidieron hacer una llamada a sus fieles, promover una jornada diferente. "Queremos hacer algo sencillo, donde no haya ningún tipo de inscripción ni pago. Es un recordatorio, un intento de provocar ánimo e ilusión para que ese día, sin grandes pretensiones, cada uno en su pueblo, ciudad o barrio, escoja un recorrido, se calce las zapatillas y, a su modo, haga una Herri Krosa", explica Iñaki Oria, uno de los organizadores de la prueba popular. A diferencia de la Bilbao Marathon y la Behobia-San Sebastián, la Bilboko Herri Krosa no llevará ningún tipo de control ni de participantes ni de tiempo; porque el objetivo no es realizar la 33º edición, sino que el propósito es, simplemente, "que ese día la gente recuerde lo que es la Herri Krosa y reviva todas las ediciones".

De esta forma, Oria admite que en este 2020 la Herri Krosa no otorgará un premio a todos y cada uno de los participantes, pero sí quiere que los más fieles a la prueba vuelvan a sentirse de nuevo campeones. "Queremos que sientan que estamos con ellos. Correr no es algo que nos hayan prohibido todavía así que si eres amante del running, sal y recuerda a la Herri Krosa. Disfruta del simple hecho de salir y hacerte unos kilómetros", concluye el organizador.

futuro incierto

En el año de las ediciones simbólicas y virtuales, las carreras populares no ven claro el horizonte y es que, con una pandemia que obliga al distanciamiento social, mucho tiene que mejorar el panorama para que estas tres carreras regresen la temporada que viene a la normalidad. "El futuro ni lo vemos porque hay que tener muchas cosas en cuenta. Incluso si todo va bien, hay vacuna y el virus está controlado, incluso en ese supuesto idílico, no habrá nada claro. ¿En qué situación estarán los patrocinadores, las instituciones y la sociedad", reflexiona Oria.

"Queremos que cada uno en su pueblo escoja un recorrido, se calce las zapatillas y haga su Herri Krosa", asegura Iñaki Oria