Miguel Ángel Ruiz Camus regresa ocho años después a Kaiku. Llega de tocar el cielo con Santurtzi, de conquistar la Corona CaixaBank y vivir un año repleto de victorias. Sin embargo, el gusanillo de ser entrenador sigue vigente y cuando llegó la llamada del club sestaoarra no pudo decir que no. Es el regreso al lugar donde vivió sus primeros grandes triunfos y ahora tratará de devolver al club a la Eusko Label Liga.

¿Cómo se siente al ser la elección de Kaiku para iniciar este nuevo proyecto?

—Es todo un orgullo que un club histórico como Kaiku haya contado conmigo para ser su entrenador y volver a llevar al club a lo más alto, porque el proyecto es subir a la ACT.

¿Qué significa el club sestaoarra para usted?

—Desde que comencé a remar, entre los clubes que se oía que eran históricos y buenos, estaba Kaiku. Para mí siempre ha sido un histórico. También fue el club al que fui cuando salí de Astillero y con el que gané La Concha. Para mí Kaiku es un pedazo club que se merece todos los respetos y es un orgullo estar aquí. Han pasado grandes entrenadores como José Luis Korta, que estuvo hace poco diez años seguidos y también estuvo en los setenta ganando conchas. También estuvo José Manuel Francisco. Ha habido entrenadores muy buenos y ser otro más de este club es todo un orgullo.

El objetivo es ascender.

—Sí, sin duda el objetivo de este año es ese, volver a poner al club en la ACT. No será fácil porque la ARC es complicada. Es una liga dura y va a haber clubes potentes que quieren el ascenso como Pedreña o San Pedro. San Juan parece que también se está reforzando y siempre hay algún club más que aprieta. Fácil no va a ser.

Es un proyecto similar al que tuvo en Astillero. Ascender como recién descendido.

—En Astillero estuve dos años. En el 2018 llegué al club y eso era un desierto, no quería nadie remar y había problemas. Los meses de septiembre y octubre a base de reuniones conseguí formar una plantilla y en noviembre empezamos 33 personas. Dos traineras. Fue un año muy bonito porque era mi primera temporada como entrenador y las cosas fueron saliendo. En verano ganamos banderas y la liga. Luego, el ascenso fue un poco difícil porque el primer día no salieron las cosas pero a base de animar y hacer un poco de psicólogo, al día siguiente se hizo una buena regata y se ascendió.

¿Cómo fue el retorno a la Eusko Label Liga?

—En 2019 volvimos a los problemas. Temas económicos, de plantilla, remeros que no estaban por la labor de hacer las cosas bien€ fue un poco caótico y cuando las cosas empiezan mal, acaban mal. Esto último fue algo parecido a lo que le pasó a Kaiku este año. Tenían plantilla para haberse mantenido pero cuando empiezas mal, acabas mal.

Después de ganar la Corona CaixaBank con Santurtzi, ¿qué le hizo cambiar por Kaiku?

—Volver a ser entrenador. Está claro que te pica el gusanillo de seguir como técnico y volver a dirigir un equipo. Eso es lo primero. Luego que Kaiku no es cualquier club y que cuente conmigo para un proyecto serio y para ascender hizo que no me costara nada decidirme.

Un club conocido para usted.

—Así es. Estuve tres años aquí y fueron años buenos tanto deportivamente como en todo. Estuve muy contento y cómodo, me trataron muy bien y fueron tres grandes temporadas. Ganamos conchas, liga y fue bonito.

¿Cómo se encontró el club a su llegada?

—Me encontré con gente con muchas ganas de trabajar, muy implicada en el club y una plantilla en la que hay buenos remeros para haberse mantenido en la ACT. Estoy muy contento. Dificultades cero. Esperemos que siga así durante todo el año.

La temporada todavía está muy lejos pero para el entrenador estas semanas siempre son frenéticas.

—Primero hay que trabajar con la plantilla para hacer un equipo potente para pelear y luchar por el ascenso. Hay que cerrar a la gente. Luego, también hay que planificar todo el año. Para los entrenadores estos meses son un poco duros. Mucho teléfono, reuniones, quebraderos de cabeza€ pero es algo que hay que hacer.

¿Qué pinta tiene el proyecto que está formando?

—Todavía queda alguna cosa por cerrar pero tiene buena pinta. Van saliendo las cosas, se está cerrando la gente y está quedando un equipo muy competitivo.

Otro de las fortalezas de Kaiku en los últimos años es el trabajo en las categorías inferiores. ¿Cómo ve la cantera sestaoarra?

—Se está haciendo muy buena labor. Sí que he visto que trabajan mucho con los chavales y tienen buenos entrenadores. Están todo el día pendientes y como encima tienen un club aparte en La Benedicta, se lleva mejor ya que estar todas las categorías en el mismo club es más complicado. Así es bastante más cómodo y se está haciendo un buen trabajo porque hay chavales de la casa que son buenos y pueden reforzar el equipo. Por ejemplo, ahora tienen un chaval juvenil que es una máquina.

¿Cree que alguno puede ayudar a la 'Bizkaitarra'?

—Sí, hay remeros válidos para el primer equipo. Habrá que trabajarles y hacerles subir un poco en lo deportivo y hacerles que funcionen, pero vienen con ganas y hay material.

"Tiene buena pinta. Van saliendo las cosas, se está cerrando la gente y está quedando un equipo muy competitivo"

"Me encontré con gente con muchas ganas de trabajar, muy implicada y una plantilla en la que hay buenos remeros"