El pasado sábado, la Bizkaitarra certificó matemáticamente su perdida de categoría. Kaiku comenzó con mal pie la temporada y ya no se pudo recuperar. Le costó mantener una regularidad en un curso marcado por una igualdad que provocó una de las salvaciones más caras de la historia. Los sestaoarras dijeron adiós a la Eusko Label Liga pero en su mente está regresar lo antes posible y volver a una categoría en la que brillaron y llegaron a conquistar tres títulos consecutivos.

¿Cómo se vivió la jornada en la que Kaiku firmó su descenso matemático?

-Fue un día triste. Sabíamos que estaba a punto de llegar . El sábado de Zarautz nos vinimos un poco arriba pensando que estábamos en números para poder llegar, pero el domingo volvimos a la situación en la que estábamos anteriormente y con un fin de semana menos. El fin de semana de la ría nos puso otra vez en esa situación. Necesitábamos más de un milagro y sabíamos que los milagros casi casi no existen.

El descenso está consumado pero les toca todavía remar, como mínimo, en la clasificatoria de este jueves.

-El fin de semana a nivel deportivo fue el que fue pero a nivel psicológico los chavales vinieron tocados. Toca recuperar la cabeza e iremos a la clasificatoria de la Bandera de La Concha a intentar hacer una regata lo más digna posible y si tenemos suerte y entramos, tendremos dos fines de semana más de regata y remo en La Concha, que es un premio pese a la situación que nos toca vivir ahora.

¿Por qué cree que se llegó a esta situación?

-Al conformar la plantilla estábamos convencidos de que habíamos reforzado el equipo. Lo que nos penalizó fue la falta de agua y el confinamiento fue decisivo para nosotros. Pese a que todo el mundo tuvo los mismos días de agua antes del comienzo de la liga, éramos conscientes de que teniendo la plantilla que teníamos y por la composición de la misma nos iban a faltar días y nos iba a penalizar más que a otros.

¿Duele más este descenso al darse en una temporada en la que el objetivo era dar un paso adelante?

-Sí, porque nosotros la planificación de la temporada que habíamos hecho era para mejorar lo del año pasado. Estábamos convencidos de que así había sido pero vimos que la situación nos llevó por delante. Empezamos con mal pie en Galicia y fue todo seguido.

Buscaron la reacción con un cambio de entrenador, pero eso no se tradujo en el resultado de la salvación.

-Cuando nos planteamos buscar una reacción a la situación en la que estábamos y cuando prescindimos de Carlos para que llegara Peio de Vega, sabíamos que era harto complicado y la situación era la que era. El sábado en Zarautz hicimos una buena regata y pensamos que todavía podíamos por lo menos evitar el descenso directo pero nada más cercano a la realidad. La situación no llevó a que la mejora no fuera la que esperábamos.

A pesar de todo Kaiku logró 40 puntos, algo que en otras temporadas hubiera servido incluso para evitar el 'play-off'.

-La igualdad fue máxima en la parte de arriba, en la media y en la baja de la clasificación. Como se vio, botes que estuvieron abajo puntuaron en la mitad de la tabla y los que estuvieron arriba también quedaron en el final de la clasificación. Ese baile hizo que se sumaran bastantes más puntos que en otras ocasiones en la parte baja y para nosotros no fueron suficientes.

¿Ahora dónde pone su foco de trabajo la directiva de Kaiku?

-Lo primero es poner encima de la mesa la situación y hacer un análisis profundo e interno. Ver qué es lo que hace falta para la categoría en la que vamos a estar el año que viene y qué necesidades tenemos. A partir de ahí, toca trabajar para conformar una plantilla en las mejores condiciones a nuestro alcance para volver lo antes posible al lugar donde Kaiku merece estar, que es en el máximo nivel y eso es la Eusko Label Liga.

El objetivo del ascenso es claro.

-Por supuesto. Kaiku no puede pensar en otra cosa. Sabemos que es complicadísimo descender y ascender al año siguiente pero no nos queda otra que pensar que tenemos que trabajar para que Kaiku vuelva lo antes posible a la ACT. Estamos muy agradecidos a nuestra afición, a las instituciones que nos apoyan y al pueblo. Por eso queremos trasladarles que vamos a trabajar única y exclusivamente para que Kaiku esté donde se merece.

¿En ese proyecto continuará Peio de Vega?

-A día de hoy nos queda la clasificatoria del jueves. Es el compromiso que tienen el club y Peio. A partir de ahí no lo tenemos claro. Tenemos que darle una vuelta. Cuando pongamos sobre la mesa todos los pros y los contras y hagamos un análisis profundo para ser conscientes en qué hemos fallado y de qué forma podemos solucionarlo, conformaremos la mejor plantilla posible para estar en la mejor situación de poder intentar volver a la categoría que hemos perdido.

Un descenso acostumbra a afecta a la situación económica, ¿cómo está Kaiku en ese aspecto?

-Estamos en una situación que no es mala. Cuando nos hicimos cargo del club como junta gestora la realidad es que la situación económica era muy mala. En estos tres años hemos conseguido darle la vuelta a la situación y se ha hecho una labor terrible y seria. Por ello si hay que descender en algún momento, este es el menos malo. Con respecto a los patrocinadores Kaiku es una buena marca y somos optimistas de que la mayoría de los patrocinadores van a continuar. Aunque ese nivel está marcado por la situación que nos está tocando vivir con el coronavirus. Los patrocinadores han tenido que hacer un gran esfuerzo y algunos de ellos no lo han podido hacer porque la situación les ha afectado de lleno.

"Al conformar la plantilla estábamos convencidos de que nos habíamos reforzado; nos penalizó la falta de agua"

"Necesitábamos más de un milagro para salvar la categoría y sabíamos que los milagros casi casi no existen"