En la pasada semana, Tomeu Rigo se llevó la victoria en el torneo virtual de NBA2K20 que organizaron la ACB y Movistar y el viernes, cuando el club programó los primeros reconocimientos médicos, celebró su 23 cumpleaños. Ahora el escolta balear aguarda, como el resto de compañeros del Bilbao Basket, el momento de que esos entrenamientos conjuntos que han llevado durante dos meses a través de la pantalla de un ordenador se puedan desarrollar en la cancha, quizás a partir de la semana que viene.

¿Cómo está el ánimo después de estos dos meses de encierro en casa?

—Bueno, estoy bien y estamos bien, no hemos tenido problemas con el virus. Hemos podido seguir los entrenamientos que ha previsto el club y aunque no estaremos en la mejor forma al menos hemos podido estar activos. El viernes hicimos las pruebas médicas y a ver si pronto podemos volver a la normalidad porque se está haciendo largo. Nadie pensaba que esto iba a ser tan grave, pero hemos podido mantener unas rutinas para hacerlo más llevadero y ahora parece que ya se ve la luz al final del túnel.

En su caso, le ha sacado chispas a la videoconsola y ha salido vencedor del torneo virtual. ¿Cómo surgió la idea?

—A la play he jugado desde pequeño y la verdad, es algo que se me da bien y suelo jugar mucho con amigos y compañeros. Para este torneo Edgar Vicedo, el jugador del Estudiantes, si me quería apuntar y lo hice porque tampoco tenía nada mejor que hacer. Había otros jugadores de ACB, algunos youtubers Al final, pude ganar, aunque la verdad es que le echo horas, sí.

Esto sirve como distracción, pero como el juego real no hay nada.

—Eso está claro, pero este juego cada vez se parece más a lo real. A la final llegamos Arturs Zagars, el base del Joventut, y yo, dos profesionales del baloncesto que entendemos mejor el juego. Había youtubers, alguno con medio millón de seguidores, pero a la larga perdieron contra nosotros, lo que demuestra que el juego se acerca mucho a la realidad.

Durante estos dos meses, el club les ha mantenido unidos con las sesiones de entrenamiento con el preparador físico y con una constante comunicación. Eso les habrá ayudado a matar la impaciencia, supongo.

—Sí, además de entrenar hemos hecho muchas reuniones con la directiva y el cuerpo técnico y es de agradecer esa preocupación que han mostrado por nosotros y para que estemos bien. Es algo que no en todos los clubes se ha hecho, algunos han hecho ERTE o no han seguido pagando a los jugadores y dice que mucho del Bilbao Basket y es de enmarcar que hayan sido capaces de mantener su compromiso con nosotros.

Nadie estaba acostumbrado a un parón como este y se decía que había que afrontarlo como una lesión. ¿Se parece en algo, sobre todo a nivel mental?

—Puede ser, aunque en este caso nada depende de ti. Yo he tenido una lesión de cruzado y en ese caso no puedes hacer nada de físico, pero al menos puedes enfocarte en una recuperación y en unos plazos. Ahora sabes que todos están igual que tú y que lo que ocurre no está en tus manos.

El viernes pasaron los reconocimientos médicos. ¿Vio al equipo con buen ánimo?

—Bueno, tampoco que te creas que nos vimos mucho. Fuimos por turnos y yo me crucé con Arnold (Kulboka) y con Ben (Lammers) al salir. Llegué, hice las pruebas y me marché y no estuvimos mucho tiempo por allí como para poder hablar. Ya llegará el momento.

La temporada del Bilbao Basket estaba siendo brillante. Pase lo que pase, quedará un regusto raro.

—Es cierto, por eso yo tengo ganas de acabarla en la cancha, poner la guinda del pastel y poder terminar con el grupo que teníamos esta temporada por lo bien que estábamos jugando y lo bien que nos estaban saliendo las cosas. Pero es entendible que haya jugadores que no quieran arriesgar y que tengan miedo porque es una situación complicada y no todo el mundo lo ve de la misma forma.

¿Cree que hay posibilidades reales de que se reanude la competición en ese formato que ha ideado la ACB?

—Posibilidades hay, porque la ACB y los clubes necesitan el dinero de las televisiones. Además, yo creo que será algo positivo para los jugadores también. Dicen que puede haber riesgos de lesiones, pero eso siempre está presente. Este es un deporte de contacto y quizás estamos en una situación muy extraña, pero no creo que haya nada mejor que hacer que terminar la temporada compitiendo porque lo contrario llevaría a un parón demasiado largo. Creo que si el jugador va al 100%, el riesgo es menor que si vas con miedo a lesionarte.

Parece que la semana que viene podrán juntarse más jugadores, pero no sé si esta incertidumbre ayuda a mantener la motivación y las ganas.

Yo mantengo la motivación de estar preparado para cuando llegue ese momento, que no sabemos cuándo será. Además, gracias al trabajo que estamos haciendo con el preparador físico es difícil que esas ganas se nos vayan, pero sí es cierto que hay días de bajón porque no se ve una fecha concreta. Es lo que decía antes, tienes que hacer lo que depende de ti y eso es prepararte bien para cuando toque volver.

Ese día que vuelvan a pisar parqué habrá que controlar las emociones y la adrenalina.

—Sí, está claro, aunque ya estamos saliendo a correr y a hacer cosas un poco más normales. Yo ya tengo alguna agujeta de salir por la ría, pero es un trabajo que ya hemos avanzado para no empezar de cero cuando volvamos a la cancha. Habrá lesiones porque es un deporte de contacto siempre estás más expuestos, aunque no será distinto de una pretemporada normal.

Lo que sí será muy raro será jugar sin público ya que la tensión no es la misma y puede afectar para mal o para bien.

Va a ser diferente, está claro, sobre todo porque para nosotros Miribilla es un plus que nos empuja en los momentos complicados para competir hasta el final. Pero vamos a estar todos los equipos igual, va a ser como un campeonato de España de jóvenes, que están todos los equipos en la misma sede y muchas veces se juega casi sin público en la grada. Eso nos va a igualar a todos, ya sea el Real Madrid, el Barça o el Bilbao Basket.

Esta pausa del coronavirus ha llenado de incertidumbre el futuro. ¿Cuál era su intención, había hablado algo con el club?

—De momento está todo en el aire porque el club no sabe cuál puede ser su presupuesto. Están haciendo la plantilla, pero yo tengo ganas de seguir. Esa es mi disposición y creo que la de ellos también y podemos crear una buena relación aquí en Bilbao, pero hay que dejar pasar el tiempo.

¿Usted está satisfecho con lo que ha hecho estas dos temporadas en el Bilbao Basket?

—Soy joven, el objetivo es ir mejorando poco a poco y dar pasos adelante y creo que estoy cumpliendo. Creo que Álex confía en mí, pero yo también tengo que poner de mi parte cuando me da la oportunidad. Pienso que lo he hecho y espero que en el futuro pueda seguir igual e ir creciendo y sumando más al equipo.

“Es de agradecer la preocupación que el club ha mostrado por nosotros y para que estemos bien”

“Entiendo que haya jugadores que tengan miedo, pero terminar la temporada será positivo para todos”

“Todo está en el aire, pero yo tengo ganas de seguir. Esa es mi disposición y creo que la del club también”