En medio del marasmo y la incertidumbre en la que vive el mundo del fútbol por la crisis del coronavirus, la FIFA ha planteado a los diferentes agentes que configuran este negocio una serie de pautas de comportamiento que puedan servir de guía para paliar las consecuencias económicas que se perciben a causa del parón de las competiciones o, como pronostican algunos, si finalmente éstas no pueden concluir.

En una reunión telemática mantenida ayer con representantes de los clubes (ECA) y el sindicato internacional de futbolistas (FIFPro), el presidente de FIFA, Gianni Infantino, recomendó a los jugadores que asuman una reducción en sus sueldos del cincuenta por ciento, además de buscar soluciones legales para los que terminen sus contratos el próximo 30 de junio o proponer la ampliación del mercado de fichajes, que se cierra el 31 de agosto hasta el mes de enero de 2021, ante la imposibilidad de predecir el futuro de las competiciones.

Infantino ha creado un comité de expertos para diseñar el nuevo fútbol que se intuye tras la pandemia, sobre todo para aliviar los problemas legales de la finalización de los contratos de los jugadores y crear un marco legal para que las competiciones actuales puedan concluirse, dando prioridad a las ligas de los diferentes países, sobre todo en Europa.

Entre las medidas en estudio se contempla que los clubes no podrán rescindir contrato alguno a jugadores o técnicos y la creación de un fondo económico, con cientos de millones de euros, como garantía para que el fútbol pueda mantener su actual estructura, implicando a todos los estamentos relacionados con este negocio, desde federaciones, comenzando por la propia FIFA, clubes y jugadores a televisiones y patrocinadores.

Las medidas están en estudio y no son oficiales. De momento, recuerda Infantino, “la prioridad es ayudar en la lucha contra la pandemia”.

Mientras tanto, en Inglaterra la Asociación de Futbolistas Profesionales (PFA) ha pedido una reunión con los responsables de la Premier league y de la Championship (segunda división) para abordar reducciones de salarios que, en algunos casos, podrían llegar al 50 %, según informa el diario The Telegraph, que expuso como ejemplo al Birmingham City. Propone que los jugadores que ganen más de 6.000 libras a la semana (unos 6.500 euros) se rebajen sus emolumentos a la mitad, medida que podría extenderse a otros equipos.

Por otro lado, el Barcelona anunció anoche que impondrá una reducción de sueldos a todos los niveles del club, tanto en el ámbito deportivo como administrativo, medida que aseguró que quiere adoptar cuando la consensúe con sus trabajadores.

Aunque no se refirió específicamente a un ERTE, el Barcelona ya ha decidido que para evitar pérdidas millonarias, mientras las competiciones deportivas estén paradas, todos los estamentos deberán bajarse el sueldo, proporcionalmente.

El club completará el 100% de los salarios. El Sestao River anunció ayer la decisión de suspender temporalmente el contrato de sus trabajadores e instruir un ERTE siguiendo la tónica general de los clubes modestos y la estela de otros clubes vizcainos, como Barakaldo, Amorebieta, Leioa o Arenas, todos ellos de Segunda B. El Sestao ocupaba la segunda posición en la tabla clasificatoria, empatado a puntos con el líder Portugalete, cuando se suspendió la competición en el grupo 4 de Tercera División. El histórico River aseguró en el comunicado que complementará hasta el cien por cien del salario de sus trabajadores garantizando así los sueldos de sus empleados.