Zuazo29

Porriño24

ZUBILETA EVOLUTION ZUAZO: Sánchez (3), Velasco (6), Hernández (3), Manrique, Gil, González, Barros, Aalla, Loidi, Encina, Erauskin (5), Bengoetxea (3), De Andrés (1), Fernández-Agustí (7) y G. de Garibay (1).

CONSERVAS ORBE PORRIÑO: Cerqueira (2), Alonso, Bárbara, Campo (1), Hernández (3), Ayelén, Vieira (4), Santomé, Andrea (2), Alba (1), Samartín, Espiñeira (9), Dos Santos (2), De Fátima y Otero.

Parciales: 2-3, 3-6, 6-10, 9-11, 11-11, 12-13 (al descanso); 13-14, 15-17, 18-18, 22-18, 25-21 y 29-24.

Árbitros: Gabriel López y Pedro Cubas excluyeron a las locales Hernández y González de Garibay; y a Alba y Cerqueira (2) del Porriño.

bilbao - La bocina final resonó en Lasesarre y las jugadoras del Zubileta Evolution Zuazo saltaron todas al parqué. Se reunieron en el centro, hicieron una piña y saltaron. Sonrieron. Se abrazaron. Porque acababan de ganar al Porriño y, además, lo habían hecho con carácter y suficiencia. Acababan de conseguir dos puntos que les permitían abandonar los puestos de descenso; pero, sobre todo, acababan de conseguir dos importantes puntos que les devolvían la confianza en sí mismas, en su juego y en su aptitud para la mantenerse en la Liga Iberdrola.

Porque el de ayer en el pabellón barakaldarra fue un duelo de urgencias entre dos equipos que llegaban necesitados de triunfos. Las de Joseba Rodríguez sabían que si caían derrotadas la salvación se complicaba demasiado. Así que era una final y como tal se la tomaron. Con todo, comenzaron bastante mejor las gallegas, a costa de su efectividad en ataque, así que no tardaron en ponerse por delante en el marcador y conseguir cuatro tantos de ventaja. La defensa zuazotarra, aunque con toda la actitud posible, no conseguía parar las alternativas del Porriño en ataque; pero poco a poco comenzó a recortar distancia gracias al juego colectivo.

Así, antes del descanso, el conjunto de Lasesarre logró ponerse a tan solo un tanto y en el segundo acto se conjuró para la remontada. A pesar de ello, el inicio fue como el de la primera mitad: con el Porriño más activo. Y las gallegas se volvieron a alejar. Sin embargo, el Zuazo no se rindió, volvió a remar. Una derrota le sentenciaba. Y, entonces, comenzó a exhibir su mejor balonmano. La defensa se cerró, el ataque funcionó. Las rojinegras por fin se divertían. Así pusieron distancia y lograron dos puntos de Honor. - N. Marcos