El Amorebieta, con una única derrota a sus espaldas en las nueve últimas jornadas de LaLiga SmartBank, volvió a competir el domingo de tú a tú contra un rival de campanillas en Lezama. Lo hizo, con una sobriedad cada vez más acentuada, tras sobreponerse a un tempranero gol del Oviedo gracias al octavo zarpazo del curso de un imparable Gorka Guruzeta. No desaprovechó la quinta asistencia de la temporada de Gaizka Larrazabal el ariete donostiarra, quien compartió delantera con un activo y luchador Sergio Moreno. El punta navarro, una de las cuatro incorporaciones acometidas por el conjunto azul durante el mercado invernal, volvió a demostrar haberse adaptado a la velocidad de la luz a las necesidades del colectivo.

Lo mismo se puede decir del también titular Peru Nolaskoain y del revulsivo Andoni López, mientras que Javi Ros, el último en llegar a Urritxe, apenas tuvo tiempo para poder ayudar a sus compañeros al saltar al césped ante el cuadro asturiano en el minuto 67 y tener que ser sustituido en el 88 debido al mareo que le ocasionó un pelotazo recibido minutos antes. Mientras estuvo en el campo, no obstante, mostró pinceladas de la clase que atesora, la cual apunta a dar otro aire al equipo zornotzarra a la hora de manejar el esférico. Activo también en la presión y con ganas de reivindicarse en una campaña en la que no ha tenido ningún tipo de protagonismo con el Zaragoza, el centrocampista navarro se ha convertido en otra valiosa arma para Iñigo Vélez de Mendizabal, quien no ha tardado en dar galones a los citados Sergio Moreno y Nolaskoain.

Si buenas sensaciones ha dejado el atacante cedido por el Rayo Vallecano en sus dos partidos como titular contra Girona y Oviedo, no menos reseñable ha sido el nivel exhibido en ambos choques por un sobrio y expeditivo Nolaskoain. Tras debutar con el Amorebieta en labores de mediocentro en la visita al Sporting, el de Zumaia se ha afianzado en el centro de una defensa en la que figura como nuevo líder con Óscar Gil y Oier Luengo a uno y otro lado. Ni un pero, a excepción de dos acciones ante el Oviedo en las que pecó de un exceso de confianza con balón que se saldaron sin consecuencias negativas, cabe ponerle a un jugador que, a sus 23 años, vuelve a sentirse futbolista tras dejar atrás una importante lesión de tobillo. Cedido por el Athletic con el objetivo de sumar los máximos minutos posibles como azul para recuperar así sensaciones y volver en verano a la disciplina rojiblanca con un mayor ritmo competitivo en las piernas, el polivalente jugador guipuzcoano ha asimilado a la perfección las directrices de su nuevo entrenador.

LAS BANDAS

Más dificultades está encontrando por ahora Andoni López para desbancar de la titularidad al capitán Iker Seguín en el carril izquierdo. Al igual que ocurrió contra el Girona, el lateral de Barakaldo tuvo que esperar hasta la segunda mitad para comparecer ante el Oviedo, si bien volvió a fajarse con buena nota. En sus botas, sin ir más lejos, tuvo la opción de firmar el 2-1 en los minutos finales tras incorporarse con éxito al área rival, donde alcanzó zona de remate. En el otro costado, mientras tanto, Larrazabal sigue marcando diferencias en la categoría al haber participado ya directamente en ocho goles tras completar también una adaptación instantánea desde que aterrizara en el club con la temporada recién iniciada. "Jugar todos los partidos permite que cada futbolista tenga una mayor confianza en sí mismo", reivindicó el bilbaino tras el empate ante el Oviedo.