Real Madrid 3

Liverpool 1

REAL MADRID: Courtois; Lucas Vázquez, Militao, Nacho, Mendy; Casemiro, Modric, Kroos; Marco Asensio (Min. 70, Fede Valverde), Vinicius (Min. 85, Rodrygo) y Benzema.

LIVERPOOL: Alisson; Alexander-Arnold, Kabak (Min. 81, Firmino), Phillips, Robertson; Keita (Min. 42, Thiago), Wijnaldum, Fabinho; Salah, Jota (Min. 81, Shaqiri) y Mané.

Goles: 1-0: Min. 27; Vinicius. 2-0: Min. 36; Asensio. 2-1: Min. 52; Salah. 3-1: Min. 65; Vinicius.

Árbitro: Felix Brych (Alemania). Amonestó a Lucas, por el Real Madrid; y a Mané, Thiago y Arnold, del Liverpool.

Incidencias: Estadio Alfredo di Stéfano, a puerta cerrada.

Vinicius tenía reservado su mejor partido para un gran día. Su noche soñada enterró miedos en la definición y relanzó su descaro, a base de velocidad para golpear con fuerza al Liverpool en el Alfredo di Stéfano, con un doblete del brasileño y un tanto de Marco Asensio que conceden una buena ventaja para regresar a las semifinales previo paso por Anfield.

El gen competitivo del Real Madrid jamás desaparece. Es ajeno a las circunstancias que marcan un duelo europeo de altos vuelos. A la hora de la verdad, esa plantilla que se cansó de escuchar que no tenía gol desde el adiós de Cristiano Ronaldo y que no le da para llegar lejos en la Champions desde aquella final dorada en Kiev ante el mismo Liverpool sacó de la chistera su mejor partido de la temporada en un momento decisivo.

El fútbol pandémico no solo deja estadios vacíos que empequeñecen el espectáculo. Al Real Madrid le golpeó horas antes de la gran cita con el positivo de Varane. Pudo afectar a la idea de jugar con tres centrales de Zidane, pero no a la mentalidad ganadora de sus jugadores. El rey de Europa salió a jugar con las mismas armas que un Liverpool que intimida con su tridente pero que se hizo pequeño ante la intensidad madridista.

Un partido coral, unidos en el esfuerzo, lanzados en una moral que se disparó según el Madrid encontró su mejor fútbol. Con ritmo y precisión.

El Real Madrid encontró inseguridad en su rival por sus bajas defensivas y un flanco que atacar. Alexander-Arnold era un flan y Vinicius lo volvió loco. Tuvo dos que no culminó, pero a la tercera fue letal corrigiendo ese nerviosismo que siente en la definición. El pase milimétrico de Kroos para romper la defensa inglesa y el desmarque de ruptura del brasileño. Control con el pecho, desborde de los zagueros y el primer gol.

El tanto dejó tocado al Liverpool y apareció Asensio para extender su racha goleadora a cuatro partidos seguidos. Encontró el mal despeje de Arnold, picó el esférico a la salida del portero y marcó a placer el segundo. Incluso tuvo el tercero en un momento de desplome inesperado del Liverpool, que se reencontraba con su peor imagen de la Premier.

Klopp no esperó al descanso para intentar cambiar el guión. Metió en el campo a Thiago por Keita para tener la pelota y dar un giro al partido.

Lo consiguió por momentos nada más iniciarse el segundo acto. Fue el castigo rápido a unos minutos en los que reculó el equipo de Zidane y entregó el balón. El pase filtrado a Salah encontró su pegada al límite del fuera de juego. Lucas lo habilitaba. El primer disparo a puerta, era gol. Y Mendy salvaba el segundo cuando apareció la calidad de Jota entre líneas. Todo lo ganado lo tiraba por tierra el equipo blanco.

Y se dio cuenta el Real Madrid para recuperar el balón y ser más letal que nunca con Vinicius. Todo pasó por él. Radiante de confianza, encarando, desequilibrando y convirtiendo en oro un pase interior de Modric.