Barcelona 1PSG 4

BARCELONA: Ter Stegen; Dest (Min. 71, Mingueza), Piqué (Min. 78, Riqui Puig), Lenglet, Jordi Alba; Sergio Busquets (Min. 78, Pjanic), De Jong, Pedri (Min. 78, Trincao); Dembélé, Messi y Griezmann (Min. 85, Braithwaite).

PARÍS SAINT-GERMAIN: Keylor Navas; Florenzi (Min. 89, Kehrer), Marquinhos, Kimpembe, Kurzawa; Paredes, Gueye (Min. 46, Herrera), Verratti (Min. 73, Draxler); Kean (Min. 85, Danilo), Mbappé y e Icardi.

Goles: 1-0: Min. 27; Messi, de penalti. 1-1: Min. 32; Mbappé, 1-2: Min. 65; Mbappé. 1-3: Min. 70; Kean. 1-4: Min. 85; Mbappé.

Árbitro: Björn Kuipers (Holanda). Mostró tarjeta amarilla a Gueye (min. 20).

Incidencias: Partido de ida de los octavos de final de la Liga de Campeones disputado en el Camp Nou a puerta cerrada.

Kylian Mbappé, ese joven delantero francés anunciado desde hace años como el nuevo prodigio llamado a ocupar la cúspide del estrellato del fútbol mundial, se doctoró en el Camp Nou, torturó al Barcelona reventando las costuras defensivas de un cuadro anfitrión absolutamente superado y empequeñecido y lideró la exhibición de potencia y energía de un París Saint-Germain que salió del feudo azulgrana con un 1-4 que le pone con pie y tres cuartos en la siguiente ronda de la Liga de Campeones. Mbappé, la potencia de sus arrancadas, la voracidad de sus disparos, su entendimiento con el magnífico Marco Verratti, suministrador de balones largos y cortos de primer nivel, y sus asociaciones en el flanco izquierdo con Layvin Kurzawa, desnudaron por completo a los de Ronald Koeman, lánguidos, superados por las circunstancias y demasiado estáticos pese a adelantarse en el marcador merced a un gol de penalti de Leo Messi en el ecuador del primer tiempo.

Fue un espejismo. El propio Mbappé igualó cinco minutos después y a partir de ahí los de Mauricio Pochettino gobernaron el choque con puño de hierro. El joven prodigio adelantó a los suyos en el 65, con el PSG siendo ya dueño y señor en el terreno de juego, Moise Kean colocó el 1-3 poco después, Donatello completó su primer hat-trick en Champions en una contra en el 85, con los anfitriones volcados sobre la meta parisina... y con todo el mejor azulgrana de la contienda fue Marc-André Ter Stegen, que sacó un puñado de manos salvadoras y evitó un sonrojo todavía mayor.

El conjunto galo demostró que el actual Barça, muy alejado de brillantes versiones pretéritas, no está para plantar cara a rivales de elevado rango. Cada vez que cargaba el juego por su banda izquierda, el crujir de dientes se escuchaba en el vacío Camp Nou. Mbappé amargó la existencia a Sergiño Dest, las ayudas de Ousmane Dembelé ante las subidas de Kurzawa llegaron tarde y mal y por ahí se desangraron los de Koeman. Y cuando tuvieron que buscar la remontada, el PSG se encontró en su ecosistema favorito, con terreno de juego por delante para galopar y hacer valer su potencia física ante un rival plomizo, pesado y lento como un camión hormigonera, y de embarullada retaguardia, al que se le pueden colocar todas las etiquetas antagónicas a las de su rival y que además estuvo negado de cara a la portería rival, perdonando las ocasiones que tuvo ante la meta de Keylor Navas.

El Barcelona arrancó el duelo intentando dominar a base de amasar la pelota, mientras que los franceses trataron de habilitar desde muy pronto las estampidas de Kean y Mbappé por los costados. El choque ganó en temperatura con el paso de los minutos y tras un aviso por cada bando llegó la jugada que abrió el marcador. En un envío largo de Messi, Kurzawa derribó a Frenkie De Jong dentro del área y el argentino convirtió el penalti de manera inapelable. Perdonaron los de Koeman un par de minutos después, con Dembelé rematando flojísimo un pase de gol del diez azulgrana y lo pagaron. Mbappé, que un minuto antes había amenazado a Ter Stegen, resolvió en el 32 una jugada de gran superioridad del PSG por su banda izquierda. Kurzawa, con Dembelé fallando en su marca, recibió un envío cruzado cerca del córner, centró para Verratti, quien habilitó al astro francés para que se deshiciera de Lenglet con la derecha y fusilara desde el área pequeña a Ter Stegen con la izquierda. El empate empequeñeció a un Barcelona muy poco sólido. Griezmann pudo volver a adelantar a los suyos con una gran cabalgada desde su campo, pero su tiro salió rozando el poste, y fue Ter Stegen el que mantuvo a flote a los locales, con un par de manos salvadoras.

La debacle

Al descanso se llegó tras un cabezazo de Icardi que se fue al lateral de la red y con un Barcelona que agradeció el parón. Pero el intermedio no fue revitalizador, sino que catapultó al PSG. Mbappé volvió a avisar con un disparo desde fuera del área y con una cabalgada descomunal que acabó con parada de Ter Stegen a tiro de Kean. Una falta al borde del área de Messi que se estampó en la barrera pareció amansar a los parisinos, pero nada más lejos de la realidad. En el minuto 65, el propio Mbappé remachó un servicio de Florenzi desde la derecha tras ganar este la espalda de toda la zaga azulgrana y el Barcelona se desplomó sobre el césped. Cinco minutos después, Kean, totalmente libre de marca, cabeceó a la red un servicio de falta gentileza de Leandro Paredes y el 1-3 se convirtió en una pesadilla muy real para los azulgranas. Los de Koeman, sin soluciones desde el banquillo ante un rival que sí las encontró en Ander Herrera y Julian Draxler para ganar en presencia y conducción en la medular, se lanzó a la desesperada contra la meta rival. Su mejor ocasión fue un mal despeje de Navas que impactó en Griezmann y se marchó muy cerca del poste, pero poco después Mbappé facturó su tercer gol al finalizar una perfecta contra de su equipo y rubricó con matrícula de honor la noche en la que, saliendo del cobijo de su lesionado socio Neymar, torturó y convirtió en una medianía al Barcelona.