Su convocatoria para esta ristra de tres partidos, uno amistoso y dos oficiales en ese engendro ideado por la UEFA bajo la rimbombante denominación de Liga de Naciones (A, B y C), cabía dentro de lo normal. No tanto que fuera titular en el amistoso ante Países Bajos, concesión que parecía destinada a su excompañero Kepa Arrizabalaga. Mucho se habló de vísperas sobre la triste figura del guardameta de Ondarroa, caído en desgracia, suplente en el Chelsea, y el apoyo moral que estaba dispuesto a brindarle Luis Enrique para edulcorar su pena. Fue una sorpresa que Unai Simón, en teoría el tercer portero, jugara ante el equipo neerlandés y absolutamente sorprendente que también lo hiciera frente a Suiza en vez de David de Gea, primero del escalafón. El martes frente a Alemania, donde la selección española debe ganar si quiere estar en la final four de la Liga de Naciones, se podrá saber hasta qué punto alcanza la jerarquía de Unai Simón a los ojos del técnico asturiano.

El caso es que el ascenso a la cumbre (si como tal se puede considerar la titularidad con la selección española) le llega al cancerbero alavés al año prácticamente de alcanzar sin discusión la titularidad en el Athleticy pocos días después de haber protagonizado el partido más bochornoso de su corta trayectoria profesional. Dos errores groseros que entregaron en bandeja al colista Valladolid su primera victoria.

Con esta imagen distorsionada como referente inmediato (su trayectoria no se puede juzgar, desde luego, por una mala tarde), la elección del meta de Murgia pilló a contrapié a casi todo el mundo, salvo al seleccionador, que a lo mejor vuelve a dar otro requiebro de los suyos y ante Alemania coloca bajo los palos a Kepa Arrizabalaga.

Preguntado Luis Enrique por la elección de Unai Simón para defender la portería española en Berna, la respuesta del gijonés fue absolutamente ambigua. Tanto que si mañana juega Kepa tampoco habría que extrañarse demasiado.

"Repito el discurso. Siempre he dicho que tenía grandes porteros y no me creéis (en alusión a los periodistas). Con los hechos los justifico. Tres grandes porteros, incluso cuatro o cinco porque otros dos podrían venir. La confianza en ellos es máxima. Así lo confirman los hechos", enfatizó el técnico astur.

El tercero en discordia, el madrileño David de Gea, tampoco es que le haya acompañado la suerte en su carrera con la selección española, más bien al contrario. El portero del Manchester United tuvo mucho que ver en la inesperada derrota de España en Kiev ante Ucrania, en la cuarta jornada de la Liga de Naciones, y había quedado muy marcado por el Mundial de Rusia 2018. Y sin embargo en el club inglés nadie pone en solfa su categoría ni su titularidad.

Pensando en la Eurocopa

No es el caso de Kepa Arrizabalaga, el portero más caro del mundo y defenestrado por Frank Lampard, entrenador del Chelsea, que pidió el fichaje del francés Edouard Mendy para defender la portería del los blues visualizando así su desconfianza extrema hacia el ex del Athletic.

¿Y Luis Enrique? El mero hecho de convocarle dice mucho. Según las evidencias, el seleccionador es de los que piensan que este torneo forzado y sin pedigrí como es la Liga de Naciones es el banco ideal para probar jugadores con la vista puesta en la Eurocopa del próximo año. No lo esconde. Como tampoco su estima hacia Arrizabalaga.

Unai Simón podría ser precisamente el nombre que tiene en mente para esa cita de relevancia. Estuvo bien ante Países Bajos y frente a Suiza cometió un error de bulto corregido por Ramos que evitó un gol cantado de Seferovic. De haber entrado...