MARCUS Rashford sabe lo que es pasar hambre. El delantero inglés creció en la periferia del sur de Manchester, un lugar marcado por los problemas sociales, en el seno de una familia desestructurada, con una madre soltera que se mataba con mil trabajos para dar a sus cinco hijos dos comidas al día. Algunas veces no lo conseguía, por lo que había días en los que Rashford se iba a la cama con tan solo un yogur en el estómago. Así que Rashford sabe lo que es pasar hambre. Y, por eso, no quiere que la sufra ningún niño más. Es por ello que el atacante inglés se levantó cuando el pasado verano, con la crisis de la pandemia azotando Reino Unido, el Gobierno presidido por Boris Johnson quiso suprimir los menús escolares a los niños en situación de vulnerabilidad durante las vacaciones estivales. Rashford usó su posición e influencia y envió una emotiva carta al Parlamento para provocar que Johnson hiciera lo que rara vez hace: cambiar de opinión. Gracias a esto, con tan solo 22 años, Rashford fue nombrado por la reina Isabel II Miembro de la Orden del Imperio Británico. Pero, sobre todo, gracias a esto, los niños ingleses pudieron comieron caliente durante tres meses.

Sin embargo, el problema no terminó ahí. Porque se acerca el fin de año en Inglaterra y con él las vacaciones de otoño y Navidad. En total, otras doce semanas en las que de nuevo la pobreza infantil se transformará en hambre. Johnson volvió a suprimir los menús escolares y Rashford volvió a pedir su reposición. Pero esta vez el Gobierno inglés, más de 300 diputados, se opusieron. Lo denegaron incluso cuando el delantero del Manchester United se plantó ante ellos con más de 300.000 firmas que pedían que se garantizase el cheque escolar de comidas a los niños vulnerables durante esas vacaciones. El Parlamento le cerró las puertas, pero Rashford se creó una ventana propia. "Dejando de lado las afiliaciones políticas, ¿no podemos estar todos de acuerdo en que ningún niño debería irse a la cama con hambre?", preguntó entonces. Así que colaboró con bancos de alimentos -con dinero y con trabajo voluntario- y convirtió su Twitter en una red de restaurantes que ofrecían gratuitamente su comida a los niños en situación de pobreza. Poco a poco, más cadenas y locales se unieron a su causa y, de repente, Rashford se había convertido en el portavoz, en la cara, de un movimiento que proclamaba la ayuda a los menores, que impulsaba la lucha contra la pobreza infantil. Casi sin proponérselo, el delantero del Manchester United disparó la solidaridad de su tierra. Casi sin proponérselo, Rashford le había marcado a Johnson un gol más importante que el que le hizo la semana pasada al PSG.

Honoris Causa

Rashford se ha convertido en referencia dentro y fuera del campo y tanto ha cambiado su papel en la sociedad inglesa que la Universidad de Manchester premió su trayectoria con un alto honor que nunca recayó sobre alguien tan joven: el doctorado honoris causa.