Vuelve al Barakaldo bajo la premisa de estar en la parte alta de la clasificación. Vistos los malos resultados de la pretemporada, ¿sigue pensando lo mismo?

-El club con su presidente a la cabeza tienen claro que lo más importante es intentar estar en la parte alta y colarnos en esas primeras plazas. Aunque va a ser complicado y duro llegar a esos puestos, lo vamos a intentar porque tenemos un equipo joven, con una media de 25 años, que va a ir creciendo con el paso de los partidos. Va a ser una liga atípica, ya que no tenemos una segunda vuelta en que los equipos juegan con más automatismos y pueden lograr un mayor rendimiento, así que tendremos que dar un alto nivel desde el inicio.

El equipo en pretemporada ha hecho buenos partidos pero no ha logrado ganar. ¿Es la falta de gol lo que más penaliza al equipo?

-Tenemos quince jugadores nuevos, algunos de ellos quizás el año pasado no tuvieron un rendimiento tan positivo como de ellos se esperaba y pensamos que todavía pueden dar su mejor versión, junto con las cuatro renovaciones y la incorporación de Seguín al final de la pasada temporada. El engranaje todavía tiene que ponerse a punto; en algunos momentos de la pretemporada hemos sido brillantes tanto en el plano ofensivo como defensivo, pero en otros momentos no hemos estado acertados. Se acaba esta fase de probar cosas y a partir de ahora nos espera la realidad de la liga, en la que no podemos fallar porque va a ser muy exigente.

El sábado volvieron a la competición oficial, pero quedando eliminados en la Copa RFEF ante el Balmaseda.

-Ha sido nuestro mejor partido hasta ahora, independientemente del resultado. Fuimos mejores que el Balmaseda y tuvimos nuestras opciones, aunque no logramos materializar y el rival sí estuvo acertado de cara al gol. Pero insisto en las buenas sensaciones, ya que se vio un equipo competitivo y a falta además de Rubén Jurado, que nos va a aportar mucho arriba y que tenía alguna molestia que le impidió jugar.

Cuando hay escasez de gol, como es el caso, ¿mete caña a los jugadores o tiende a pensar que es una cuestión de rachas?

-Hacer gol no solo es una cuestión de los delanteros, al igual que no recibirlos no solo es cuestión de los defensas. Creo que tenemos que ser más agresivos en el plano ofensivo y además no volvernos locos cuando fallamos la primera ocasión. Tenemos que lograr todavía un cierto equilibrio en ese sentido.

Jugadores como Guerrero, que ha disputado algunos partidos en Segunda, han reconocido que les cuesta adaptarse a la Segunda B. ¿Qué les cuenta a los jugadores que se incorporan de otros grupos o categorías sobre este grupo?

-Aquí hay muy pocos espacios para pensar, incluso para jugadores como Guerrero, que ha dado un gran nivel en Segunda y sin embargo aquí todavía no ha podido demostrarlo. Ya se van dando cuenta de lo que es esta categoría y eso solo viendo a los equipos de Tercera con los que hemos jugado, que bien podrían ser equipos de Segunda B. Tenemos jugadores jóvenes y con calidad; en nuestra mano está lograr un equipo de ida y vuelta con los registros suficientes para estar arriba.

¿Cómo va la adaptación de los jugadores extranjeros?

-La verdad es que no se pueden quejar, ya que tanto los compañeros como el cuerpo técnico estamos involucrados para ayudarles en todo lo posible. Hay que lograr ser como una familia y arroparnos unos a otros, teniendo en cuenta que este año, de momento, no podemos contar con el factor de la afición en los partidos.

¿Qué nos encontraremos en el primer partido en Laredo?

-Es un rival que acaba de ascender y que se está dotando de jugadores, algunos llegados de la cantera del Racing. En su campo demostraron ser un rival potente la temporada pasada y querrán estrenarse siguiendo la tónica. Pero difíciles van a ser todas las salidas. Las dos primeras son Laredo y Amorebieta, de las peores que nos podían tocar.

¿Veremos público en Lasesarre esta temporada?

-El Racing va a poder meter a 6.000 personas en El Sardinero y tendrá ventaja en este sentido. Creo que los estadios de Segunda B son propicios para ir metiendo 500 o 1 000 aficionados y más pronto que tarde tendrá que llegar el momento.

"Tenemos que ser más agresivos en ataque y no volvernos locos cuando fallamos la primera ocasión”