El caso Messi se toma un respiro pero no el Barça, donde a partir de hoy se aceleran las operaciones para configurar la próxima plantilla, con el fenómeno argentino otra vez como punto de referencia. No estará, según todos los indicios, su íntimo amigo, el delantero Luis Suárez, quien hoy acudirá al consulado italiano en Barcelona para examinarse de italiano, según informó ayer el programa uruguayo Polideportivo.

Suárez quiere conseguir la nacionalidad italiana para así facilitar su fichaje por la Juventus, ya que esto le habilitaría para poder jugar en la Serie A como comunitario. En el Estado español le era suficiente para no ocupar plaza de extranjero el pasaporte de Sofía Balbi, su mujer, a quien conoció en Uruguay cuando todavía era un niño. La familia de su actual esposa se trasladó a Barcelona y el futbolista no paró hasta conseguir trabajo en Europa para estar cerca de ella, primero en el Groningen, luego en el Ajax, después en el Liverpool y más tarde en el Barça, donde culminó su extraordinaria carrera al calor de Sofía, a su vez íntima amiga de Antonella Rocuzzo, cónyuge de Messi.

Para dar el salto a la Juventus, Luis Suárez sin embargo necesita solucionar su salida del club azulgrana, con el que tiene un año más de contrato, una de las fichas más altas de la plantilla y no entra en los planes de Ronald Koeman, que prefiere un perfil de delantero centro con más capacidad de sacrificio, además de gol.

Al parecer, el jugador ya tendría un acuerdo con la Juventus para las dos próximas temporadas, más una tercera opcional, con unos 10 millones de euros netos por temporada. Siempre y cuando su salida del Barcelona sea prácticamente gratis, como el caso de Rakitic, que también tenía un año más de contrato y fichó por el Sevilla a cambio de 1,5 millones de euros más otros 9 de variables, como ser campeón de la Champions.

En un caso similar está el holandés Georginio Wijnaldum, que cumplirá 30 años en noviembre, acaba su contrato en el Liverpool el próximo mes de junio y es un perfil que le gusta a Koeman, que hasta hace poco estuvo a sus órdenes cuando ejercía como seleccionador de Países Bajos. Quince millones de euros parece que abrirían las puertas del club inglés.