El proceso electoral a la presidencia de la Federación Vizcaina de Fútbol toma carrerilla después de que la pandemia del covid-19 obligara a su paralización durante esta primavera. El próximo miércoles, día 8, tendrá lugar el primer capítulo troncal, ya que será el momento de elegir a los cien miembros que formarán parte de la Asamblea, el órgano soberano sobre el que pivotaun procedimiento que expirará el 9 de septiembre con la votación que decidirá el nombre del inquilino que ocupará el sillón de mando. Antes, entre el 17 y el 24 de este julio, permanecerá abierto el plazo de presentación de candidaturas, que, salvo sorpresa de última hora, se reducirán a dos: la liderada por el actual presidente en funciones, Iñaki Gómez Mardones, y la que encabeza Karmelo Atxabal, que procede del mundo del fútbol sala y que quiere acabar con el largo mandato de Mardones, que aspira a una nueva reelección.

Atxabal, mungitarra de 54 años de edad, ya expuso en este diario las líneas maestras de su proyecto y ayer ratificó que mantiene su intención de concurrir a los comicios pese a reconocer que parte en cierta medida en inferioridad de condiciones respecto a su rival en las urnas. Gómez Mardones asoma como el favorito para volver a vencer en las votaciones del 9 de septiembre y en su reciente comparecencia ante las Juntas Generales de Bizkaia, el pasado 8 de junio, ya avanzó las líneas maestras del que será su programa de trabajo en caso de salir airoso ante los asambleístas. Mencionó en plan estratégico para el periodo 2020-24 y anunció, entre otros objetivos, la construcción del primer campo de fútbol playa en Bizkaia, pero no se mojó en otras cuestiones formuladas por los grupos junteros, entre ellas su pronunciamiento sobre la oficialidad de las selecciones vascas y, en concreto, sobre la decisión de la Asamblea de la Federación Vasca de Fútbol de pedir su integración en la UEFA y en la FIFA.

Mardones, que reconoció que cobra un salario por acuerdo asambleario y con asignación de la Federación Española de Fútbol, dijo conocer la opinión de Luis María Elustondo, presidente de la Federación Vasca y con el que está enfrentado, y de Luis Rubiales, máximo dirigente de la Española, "pero este no es el foro para decirla" y añadió que la reivindicación de la oficialidad "requiere de un estudio más profundo de la situación", mientras que Atxabal le pide "no poner palos a las ruedas".