madrid - El presidente de la Asociación de Clubes de Fútbol Femenino (ACFF), Rubén Alcaine, aseguró ayer que los clubes son “los primeros en querer un convenio”, pero que debe ser, en principio, de “mínimos”, para que pueda ser viable.

“Somos los primeros en querer un convenio, pero para que sea viable tiene que ser primero un convenio de mínimos, luego a partir de ahí se podrá construir”, aseguró el directivo del Zaragoza, que compareció en la sede de LaLiga arropado de los representantes de los trece clubes asociados y que juegan en la Primera Iberdrola, categoría a la que también pertenecen el Tacón, el Barcelona y el Athletic, que no están asociados.

Alcaine explicó que la masa salarial se ha incrementado un 30% respecto a la temporada 2018-2019, y un 44% si se compara con la temporada anterior. Además, según datos de la ACFF, el 75% de las jugadoras de los 13 clubes representados superan las peticiones que reivindican, la parcialidad superior al 75% y un salario mínimo de 16.000 euros.

El dirigente de la ACFF también comentó que los clubes son los primeros interesados en ayudar a las jugadoras y que cuando salió el real decreto que obligaba a dar de alta a las jugadoras en la Seguridad Social, desde ACFF se ayudó a todos los clubes con problemas para cumplir.

La ACFF, a través de su presidente, asegura que la situación del fútbol femenino mejoraría considerablemente si la competición tuviera carácter profesional.

El presidente de LaLiga, Javier Tebas, también intervino ayer en este debate alineándose con la ACFF. “Las escaleras se suben de una en una y no de cinco en cinco. No hay que correr mucho y tropezarnos”, declaró en referencia a las negociaciones rotas.

Por su parte la presidenta de uno de los clubes modestos, como es el Sporting de Huelva, Manuela Romero, manifestó sobre la huelga que “sin nuevos ingresos, la propuesta de los sindicatos no es viable” y opinó que tiene que ser “progresivo para que sea real”. - DEIA/Efe