BARCELONA. El litigio entre Neymar y el Barça es por una parte del bono de renovación --26 millones de euros-- que el brasileño reclama al FC Barcelona y que el club se niega a pagar por incumplimiento de contrato del delantero, ya que fichó al año siguiente por el Paris Saint-Germain tras pagar la cláusula de rescisión.

La representación legal del jugador considera que el club le debe unos 43 millones de euros, mientras que el Barça pide que el delantero le devuelva unos 22 por fichar con el PSG en agosto de 2017.

El juez dio a las partes hasta el 21 de octubre para presentar por escrito las conclusiones, y en el juicio declararon el portavoz del Barça, Josep Vives; el director de los servicios jurídicos del club, Román Gómez, y el abogado brasileño de Neymar, Gustavo Riveiro.

Neymar llegó este jueves a Barcelona pero no acudió al juicio en la Ciutat de la Justicia, y sólo fueron sus representantes legales a una vista donde inicialmente llegaron a juicio tras no haber llegado a un acuerdo con el club catalán.

Ambas partes intentaron pactar con una conciliación iniciada este viernes a las 9.30 horas y que se suspendió entre las 10.50 horas y las 11.45 para negociar, pero sobre el mediodía las partes constataron que no había acuerdo y se dirigieron a la sala del juicio, fijado en el Juzgado Social 15 de Barcelona.

Durante el trámite de la conciliación, los abogados de ambas partes estuvieron reunidos en una sala de la Ciutat de la Justicia asistidos por una Letrada de la Administración de Justicia (LAJ).