NI con la plantilla necesaria, ni con la pretemporada idónea y con una jugadora lesionada de gravedad. El Bilbo Fútbol Sala regresa hoy a la División de Honor con un viaje a la cancha del Alcorcón (17.00 horas/Polideportivo Los Cantos) y lo hace en peores condiciones de las esperadas. Así lo explica José Andrés Muñoz, técnico del equipo bilbaino, que admite que “la pretemporada ha sido muy dificultosa”: “Nos ha costado coincidir todas en los entrenamientos, así que no he podido trabajar todo lo que me hubiera gustado de cara al inicio de liga, pero no tener una plantilla profesional conlleva estas cosas”. Y es que el entrenador se reconoce “resignado”. Primero porque la preparación previa a la competición no ha sido la adecuada y, segundo, porque Muñoz no está “nada contento con la plantilla”. “Lo interesante no era solo fortalecer el grupo, sino que hubiera también competitividad, así se sube el nivel. Era necesario el fichaje de tres o cuatro jugadoras nuevas. Una cierre con experiencia y otra con calidad. Necesitamos una zurda y una pívot dura, que juegue de espaldas; pero no ha podido ser”, dice. Porque el único fichaje que le llegó fue el de la guardameta Jone Guarrotxena, procedente del Stilo. Así pues, en palabras de su técnico, el Bilbo llega “mal a un inicio liguero tan duro”.

Y es que, además, la mala suerte se cebó con el equipo bilbaino, que perdió a su cierre-ala Garbi, uno de los pilares fundamentales en los esquemas de Muñoz, en el primer amistoso de pretemporada. “Se lesionó el cruzado anterior en la primera semana de preparación, en el encuentro que disputamos en Asturias y eso ya te trastoca los planes”, se sincera Muñoz. Por ello, el objetivo del Bilbo para esta temporada es conseguir la permanencia en la máxima categoría del fútbol sala estatal, un objetivo “que hubiera sido el mismo incluso aunque hubiéramos fichado”; a pesar de ello, el técnico reconoce que su equipo es uno de los principales candidatos al descenso: “Bajan cuatro conjuntos y siempre las recién ascendidas, como nosotras, son aspirantes a las últimas posiciones”. Sin embargo, para evitar el regreso a Segunda, Muñoz tiene claro que hay que “ganar todos los partidos contra los cuatro o cinco equipos que haya de nuestra liga e intentar rascar algún punto de los equipos de mitad de tabla, sobre todo en los encuentros de casa. En casa tenemos que hacernos fuertes”.

Por el momento, el primer duelo oficial de la temporada es complicado, contra un Alcorcón de otro nivel, así que Muñoz acude al polideportivo madrileño con la idea de probar el estado de su plantilla: “Va a ser un partido difícil, contra un equipo hecho a la competición, con dos internacionales de mucha calidad, con una gran portería, con jugadoras con experiencia y jóvenes con talento. Por plantilla están muy por encima, pero vamos a hacer nuestro partido, vamos a intentar competir porque el Bilbo es un equipo que siempre intenta cumplir, aunque a estas alturas no lleguemos en las mejores condiciones”.

Contra equipos masculinos

En la fase final de la pretemporada, el Bilbo Fútbol Sala decidió enfrentarse a equipos masculinos, concretamente al Pozgarri de Preferente masculina y al Castro Juvenil de División de Honor. Una medida de Muñoz que ya tomó en cursos anteriores y que en el presente repitió porque, en palabras del técnico, “en Bizkaia y cercanías no hay equipos femeninos con el nivel suficiente para que nos encontremos en dificultad”: “No estoy minusvalorando a nadie, es la realidad. Queríamos equipararnos en la medida de lo posible, aunque es difícil, a un nivel medio de la Liga a la que nos vamos a enfrentar”, sentencia el entrenador.