Barakaldo - Lasesarre abre el domingo, a partir de las 18.00 horas, el primer asalto del Barakaldo en busca del ansiado ascenso a Segunda División. Larrazabal advierte de que el Hercules no le pondrá las cosas fáciles a los fabriles, pero el técnico de Loiu confía en que la ilusión que ha generado en el vestuario la clasificación para el play-off sirva de impulso.

¿Qué supone para un entrenador llegar por vez primera a un ‘play-off’ de ascenso?

-Yo destacaría la ilusión por tener la oportunidad de devolver a un club históricamente grande como es el Barakaldo a la categoría donde ha militado muchos años y donde merece regresar, aunque teniendo que competir contra equipos, como el Hércules, mucho más grandes en presupuesto y en masa social. También destacaría la alegría de nuestra afición al volver a estar ahí. Hemos generado ilusión en la afición y nosotros vamos con todas las ganas porque no tenemos nada que perder.

¿Cómo afronta su equipo la eliminatoria después de sendas derrotas en las dos últimas jornadas?

-Más que con el hecho de haber perdido, me quedo con los ocho goles que hemos encajado en las tres últimas jornadas y que es algo que no había ocurrido en toda la temporada. Hemos intentado dar minutos a jugadores que habían jugado menos. Las lesiones de Royo y Arencibia nos han condicionado, ya que en defensa ahora mismo solo tenemos cinco efectivos. Vamos a intentar llegar en las mejores condiciones; los jugadores más jóvenes disputan su primer play-off, tienen muchísimas ganas de dar un paso adelante y mucha hambre de hacer las cosas bien en esta eliminatoria.

En la parte final de la segunda vuelta el Barakaldo pasó de tener 11 puntos de ventaja sobre el quinto clasificado a únicamente cuatro justo antes del duelo ante el Amorebieta. ¿Llegó a temer por la clasificación?

-No se puede negar que sí que existía ese temor, ya que el equipo, al ser tan joven, quizá ha podido acusar la presión de estar toda la temporada entre los cuatro primeros puestos. En la primera vuelta hicimos 37 puntos, que es una cifra muy difícil de conseguir y, por otra parte, un ritmo muy difícil de mantener en la segunda. No es fácil mentalmente para jugadores que, en su mayoría, proceden de Tercera. Lo más importante de cara al play-off es recuperar las sensaciones previas a estas dos últimas derrotas.

¿Qué ha sido, a su juicio, lo mejor y lo peor de la temporada?

-Para mí lo mejor, aparte de clasificarnos para el play-off, que tiene mucho mérito, ha sido el hecho de aguantar toda la liga entre los cuatro primeros, porque eso indica que el equipo ha sido bastante regular. En cuanto a lo malo, creo que los ocho goles que nos han hecho en las últimas tres jornadas es algo que sin duda puede hacer daño, aunque no nos ha minado en nuestra fe. Por supuesto, es lo primero que tenemos que mejorar de cara a la fase de ascenso.

Este año, con 61 puntos, han acabado cuartos. Sin embargo, los 63 del anterior ejercicio no fueron suficientes. ¿Qué faltó para no entrar en ‘play-off’?

-El año pasado nos penalizaron los resultados fuera de casa, porque lo cierto es que en Lasesarre estuvimos de sobresaliente, pero a domicilio solo tuvimos un suficiente raspado. Nos faltó algo de equilibrio entre los partidos de casa y fuera y la nota media fue un notable. Si se quiere llegar hasta el play-off, la nota media tiene que ser mucho más que un notable.

En cambio, esta temporada no han salido de la zona noble de la tabla en las 38 jornadas. Cualquiera que lo viese desde fuera, pensaría que ha sido fácil...

-Realmente no ha sido nada fácil pero tampoco es algo que pensara en pretemporada. Recuerdo que la semana previa al inicio de liga ya teníamos la plantilla casi al completo, jugamos un amistoso en Durango y ahí nos dimos cuenta de que el equipo iba a ser muy competitivo y que iba a estar luchando por la parte de arriba. Es cierto que nuestra aspiración era mejorar lo hecho el año pasado y lo hemos logrado con creces, porque para estar todo el año en puestos de play-off hay que tener, sobre todo, mucha regularidad y ese equilibrio del que hablábamos.

¿Qué podemos esperar el domingo ante el Hércules a partir de las 18.00 horas?

-Puede ser una eliminatoria pareja porque, a pesar de que el Hércules tiene una plantilla enorme en cuanto a nombres y bastante veterana, nosotros tenemos perfiles similares en el aspecto defensivo, aunque arriba tienen a gente como Carlitos y Benja Martínez, que tienen recorrido en Segunda División, Chechu Flores o Juli Cerdá, que son gente de otro nivel. Pero sí es cierto que son jugadores bastante veteranos y habrá que ver cómo llegan a esta eliminatoria. Nosotros, por nuestra parte, tenemos la juventud por bandera, y casi hasta envidio esa ilusión que tienen por competir durante toda la temporada. Estos dos años hemos apostado por los jóvenes, lo cual creo que también es importante.

El Hércules es el cuarto conjunto menos goleado de la categoría, pero también ha marcado menos goles que el Barakaldo.

-Después de ver los partidos que he visto de ellos, está claro que es un equipo al que cuesta muchísimo hacer un gol... Yo creo que va a ser una eliminatoria de pocos goles y en que cualquier error será determinante, con lo que habrá que intentar cometer los menos posibles. Para nosotros será importante hacer un partido serio, no encajar gol y poder llegar vivos al Rico Pérez porque ellos meterán a varios miles de aficionados en el campo. Si llegamos vivos allí, no tengo dudas de que tendremos muchas opciones de pasar.

Ya que jugó en el Rico Pérez allá por 1997, ¿qué cree que se puede encontrar allí su equipo?

-El estadio es de Primera División, en el que caben 30.000 espectadores, y en cuanto al ambiente será ideal para un play-off. Este año ya hemos jugado contra el Racing en El Sardinero, donde suelen asistir 10.000 o 12.000 personas, y yo creo que a nuestros jugadores les motiva y les gusta. Ahí nuestros veteranos les tendrán que transmitir a los jóvenes lo que podrá ser, pero para eso tendremos que llegar vivos desde Lasesarre.