bilbao - Kepa Arrizabalaga quedará marcado de por vida por el incidente que protagonizó en la final de la Copa de la Liga disputada el domingo en Wembley entre su equipo, el Chelsea, y el Manchester City, que se llevó el torneo en la tanda de penaltis. Si en este lance el portero vasco hubiera sido decisivo, probablemente ahora se estaría hablando sobre un chico intrépido, cuya rebeldía permitió al equipo londinense ganar el trofeo y mitigar su crisis. El fantástico desplante que le hizo a Maurizio Sarri, quedaría eclipsado por el éxito y el técnico italiano reducido al papel de pusilánime.

Pero ocurrió todo lo contrario. El exguardameta del Athletic detuvo el lanzamiento del alemán Leroy Sané, pero se tragó los de Gündogan, Kun Agüero, Bernardo Silva y Raheem Sterling, mientras que su colega Ederson paró el chut de Jorginho y David Luiz estrelló el balón en el palo. El City sumó su sexta Copa de la Liga y su entrenador, Pep Guardiola, su cuarto título con los Citizens y el vigésimo quinto de su carrera (catorce con el Barça, siete con el Bayern).

Para entonces ya se habían calmado los ánimos. No quedó otra ante la negativa de Kepa a cumplir las órdenes de su entrenador. Después, tanto Sarri como Arrizabalaga intentaron quitar hierro al asunto argumentando que tan solo fue un “malentendido”. “Si lo ves desde fuera, puede que no fuera la mejor imagen. Creo que fue un malentendido. No fue insubordinación, solo quería decir que estaba bien”, dijo el portero. Sarri también habló de “malentendido”. “Entendí que tenía una lesión. Kepa estaba en lo cierto, pero creo que lo expresó de mala manera”, puntualizó el técnico italiano.

La prensa inglesa no fue tan comprensible y puso el énfasis en la rebelión del “portero más caro del mundo” (80 millones de euros). “Kepa humilló a Sarri. Se avergonzó a sí mismo y al club”, destaca The Times, que pide una dura sanción. Además añade que la sedición del meta crea tendencia y en adelante semejante actitud será conocida como hacer un Kepa. El Daily Mail califica de “vergüenza” el acto del portero y cree que “no debería volver a jugar con el Chelsea”. La noticia, en Wembley y con dos equipos de primer orden en liza, impactó en toda Europa. “Una escena alucinante” (L’Équipe). “Megaprovocación de Kepa” (Bild). “El berrinche de Kepa” (Récord).